Al menos 26 personas murieron el domingo en un nuevo ataque contra recolectores de trufas, atribuido al grupo yiihadista Estado Islámico (EI) en el centro de Siria, según el Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El grupo yihadista «mató a 26 personas el domingo cuando recogían trufas en el desierto, en el este de [la ciudad de] Hama», afirmó el Observatorio, que añadió que al menos 10 de ellos eran combatientes prorrégimen.
También este domingo, y en otro incidente, cuatro pastores murieron en la región siria de Deir Ezzor, en el este, a manos de presuntos yihadistas del Estado Islámico, agregó el OSDH, una oenegé con sede en Reino Unido y dotado de una amplia red de informadores en Siria.
Desde febrero, más de 200 personas, en su mayoría civiles, murieron a manos del grupo Estado Islámico o víctimas de minas dejadas por los extremistas, según el OSDH.
La trufa del desierto, que se recoge de febrero a abril, se vende en Siria a un precio de hasta 25 dólares el kilo, en un país donde el salario medio mensual es de unos 18 dólares.
El grupo Estado Islámico perdió en marzo de 2019 sus últimos territorios en Siria tras una campaña militar apoyada por una coalición internacional bajo mando norteamericano.
Sin embargo, el grupo sunita ultrarradical sigue presente en el desierto y lanza ataques con regularidad.
AFP.