Andrew Lester de 84 años, se entregó y está bajo custodia para ser imputado con dos cargos criminales (agresión en primer grado y acción criminal armada) luego de dispararle a un joven afrodescendiente, Ralph Yarl.
La acusación de agresión conlleva una pena de hasta cadena perpetua. La de acción criminal armada tiene un rango de pena de tres a 15 años de prisión. Lester no fue acusado de delito de odio, informó la policía de Kansas City.
“Andrew Lester, acusado de disparar a Ralph Yarl, se ha entregado en nuestro Centro de Detención y está bajo custodia”, dijo la Oficina del Sheriff del Condado de Clay en un comunicado. “Ahora mismo está en proceso de fichaje”, agregó.
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Por otra parte, la madre del adolescente Yarl, quien fue baleado tras llamar a la casa de equivocada cuando iba a recoger a sus hermanos menores, reveló que su hijo está llorando «mares de lágrimas» en el hospital donde fue ingresado mientras asimila lo que le pasó.
«Ralph está bastante bien”, declaró Cleo Nagbe a la cadena CBS News, «físicamente las mañanas son duras, pero está bien de ánimo. Intento contagiarme de sus ánimos. Está en muy buenas manos».
Nagbe acotó que el trauma que le produjo el ataque persiste pero «es «capaz de comunicarse» aunque «la mayoría de las veces se queda sentado y mira fijamente y sus ojos lloran mares de lágrimas». «Puedes ver que está reviviendo la situación una y otra vez, y eso tampoco detiene mis lágrimas”, relató su madre.
LOS HECHOS
El tiroteo se produjo alrededor de las 10 de la noche. Según la jefa de policía, Stacey Graves, los padres del adolescente le pidieron que recogiera a sus hermanos gemelos en una casa situada en el número 115 de la calle Terrace. Yarl fue por error a la calle 115. Cuando tocó el timbre, Lester salió a la puerta y le disparó en la frente primero y luego en el antebrazo derecho.
El hombre, que fue inicialmente detenido tras el incidente y luego puesto en libertad, aseguró a la policía que vivía solo y que estaba “muerto de miedo” cuando vio a un hombre negro en el porche de su casa. Según dijo, pensó que alguien intentaba entrar a robar.
El hombre no intercambió palabras con el adolescente antes de balearle, pero cuando escapaba ya de la casa el joven asegura que escuchó como le gritaba: “No vengas por aquí”. El joven acudió a «numerosas» casas pidiendo ayuda antes de encontrar a un vecino, identificado como James Lynch, que llamó a la policía y le asistió.
Su esposa, Tiffany Lynch, confirmó que su marido escuchó gritos y vio a Yarl golpeando la puerta de otra casa. «Oí a alguien gritar: ‘¡Ayuda, ayuda, me han disparado!”, dijo Lynch, que es blanco. Este padre de tres hijos salió corriendo y encontró al joven cubierto de sangre. Le tomó el pulso y, cuando otro vecino salió con toallas, ayudó a contener la hemorragia hasta que llegaron los paramédicos.
“Sólo quiere que la familia sepa que Ralph no estaba solo”, precisó.
Con información de Telemundo