El jefe del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) de la presidencia de Brasil renunció tras la divulgación de videos internos sobre los ataques del 8 de enero en Brasilia, en la primera baja ministerial del tercer gobierno de Lula da Silva.
El general del Ejército Marco Edson Gonçalves Dias presentó su renuncia después que el canal CNN Brasil divulgara imágenes de las cámaras de seguridad del Palacio de Planalto durante la invasión de bolsonaristas, en los que aparece Gonçalves Dias.
«Coloqué mi cargo a disposición del presidente de la República para que toda la investigación se lleve adelante», dijo en una entrevista al canal GloboNews en la que defendió su proceder.
En los fragmentos divulgados por CNN, se lo ve circulando por corredores del edificio, y en un momento interactuando con manifestantes, aparentemente «indicándoles la salida», según CNN.
«Entré en el Palacio del Planalto después que fue invadido y estaba retirando a las personas del tercer y cuarto piso, para que los detuvieran (…) En la sala contigua al despacho del presidente, retiré tres personas y les ordené que bajaran», justificó Gonçalves Dias en la entrevista.
Los videos también muestran a al menos dos funcionarios del GSI saludando con un apretón de manos y dando botellas de agua a los invasores, de acuerdo con CNN.
Pero Gonçalves Dias, que asumió el cargo el 1 de enero, afirma que su imagen fue sacada de contexto.
«Juntaron mi imagen a la de aquel militar distribuyendo agua, (pero) es un corte específico en la producción de esos videos (…) es un absurdo», aseguró.
El GSI, formado en su mayoría por militares, asesora al jefe de Estado en temas de seguridad nacional y defensa, y es responsable por la seguridad personal del presidente, el vicepresidente y sus familias.
El domingo 8 de enero miles de seguidores radicalizados del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, disconformes con la victoria de Lula, invadieron y vandalizaron las sedes de los tres poderes, causando daños millonarios y una crisis en la primera semana de gobierno.
En aquel momento en Planalto había «muchos equipos remanentes de la gestión anterior, inclusive en el GSI, que fueron apartados en los días siguientes», informó la Presidencia este miércoles en un comunicado.
«Todos los militares involucrados en el 8 de enero están siendo identificados e investigados», añadió el gobierno.
Bolsonaro, que estaba en Estados Unidos el día de la asonada, fue incluido en la investigación que busca determinar quiénes fueron los instigadores y autores intelectuales.
El exmandatario niega cualquier participación en los ataques, por los que hubo más de 1.800 detenidos y un centenar de personas acusadas ante la justicia.
AFP.