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EE.UU

Masacres por armas de fuego en EEUU tocan cada vez más a los hispanos

La reciente matanza de cinco miembros de la comunidad hondureña en las afueras de Houston a manos de un tirador de origen mexicano, identificado como Francisco Oropeza, fue uno más de los múltiples tiroteos registrados en lo que va de este año, según recuentos de organizaciones que contabilizan este tipo de incidentes en Estados Unidos.

La organización Gun Violence Archive, en Washington, ha contabilizado del 1 de enero a la fecha un total de 18 masacres, que incluyen a más de cuatro personas muertas en ataques con armas de fuego; pero los tiroteos masivos en los que al menos una persona resultó muerta y más de cinco heridas -como se tipifica el “tiroteo masivo”- se dispara a 185, según los datos de la organización.

Sin embargo, la masacre del viernes por la noche que ha conmocionado a Honduras y a la comunidad inmigrante en Estados Unidos, donde perecieron tres mujeres, un hombre y un menor de edad, es la primera protagonizada por hispanos en su totalidad, tanto el supuesto autor de los hechos como las víctimas.

En masacres ocurridas en los últimos años, en algunos casos se mencionó la descendencia del tirador o parte de las víctimas provenientes de esta minoría, pero los números han ido en aumento debido a incidentes como el de la masacre de hace un año en Uvalde, también en Texas, donde perecieron 19 niños y dos maestras. Gran parte de las víctimas eran de descendencia hispana.

En total, unos 62,6 millones de hispanos habitan en Estados Unidos, lo que representa un 19 % del total de la población, según datos del Censo actualizados hasta julio 2021.

Las alarmas ante el creciente número de matanzas sólo han ido en aumento. El año 2021 se consideró el más letal, pero en lo que va de 2023 son ya 185 tiroteos masivos, 18 masacres que incluyen a más de cuatro víctimas fatales y la totalidad de muertes en este tipo de incidentes se cuentan en 251, más cientos de heridos, indican los reportes.

Declaraciones del gobernador de Texas

El gobernador de Texas, Greg Abbott, atrajo comentarios este lunes desde distintos frentes del movimiento contra las armas, al referirse a las víctimas de esta última matanza en su estado como “inmigrantes ilegales”, en un mensaje sobre los hechos difundido en sus redes sociales. “Anuncié una recompensa de 50.000 dólares por información sobre el criminal que mató a cinco inmigrantes ilegales el viernes”, afirmó el republicano, aún cuando las autoridades todavía no se habían referido al estatus legal de los mismos.

Las críticas llegaron poco después. Por ejemplo, el popular actor George Takei, de la saga Star Trek, dijo consignar el estatus migratorio de las víctimas es apenas una «evasiva» ante el problema de violencia por las armas de fuego. Takei, de ascendencia japonesa, calificó de “despreciable” la referencia del gobernador Abbott a la situación migratoria de los fallecidos. “Hubiera pensado que mencionar el estatus legal migratorio de las víctimas inocentes de esta violencia sin sentido sería demasiado bajo hasta para él, pero estaba equivocado”, dijo el actor en redes sociales.

Las críticas al gobernador de Texas se deben en parte a que su estado encabeza la lista de jurisdicciones de EEUU donde la «epidemia» de muertes por armas de fuego tiene mayor impacto, al registrar 16 tiroteos masivos en lo que va de año con un número considerable de muertos.

El jefe del ejecutivo texano, no obstante, agregó que su administración “está” con los familiares y seres queridos de “las cinco víctimas que nos fueron arrebatadas en este insensato acto de violencia”.

Debate por el porte de armas

El derecho a la compra y posesión de armas en Estados Unidos es un tema candente que polariza a los que están en contra del irrestricto mercado de armas de fuego de alto calibre y los que defienden su permanencia sin medias tintas, y cuyos efectos llegan hasta el ruedo político.

El centro Gun Violence Archive, una institución sin fines de lucro que desde 2014 empezó a consolidar las estadísticas del creciente fenómeno de tiroteos en EEUU, presenta cada vez más datos que se inclinan al alza.

Si se toma la muestra de los últimos tres años, se cuentan más de 600 incidentes cada año, con lo que los investigadores calculan que se estarían produciendo unos dos ataques por día en cualquier punto del territorio estadounidense.

A la masacre de la familia hondureña en Texas, le han seguido 11 tiroteos hasta el 30 de abril, uno de estos sucedió al cierre del mes en Mojave, California, y dejó cuatro muertos.

El rifle AR-15 se ha convertido en el «arma nacional de EEUU” y es el más usado en los tiroteos más graves en el país, como ocurrió en la escuela primaria de Uvalde, también en el reciente ataque en otra escuela en Nashville, Tennessee, y fue el usado por Oropeza contra la familia hondureña.

Voz de América