El congresista republicano, George Santos, se declaró no culpable de los delitos que le imputa la justicia neoyorquina, entre ellos fraude electrónico, lavado de dinero, apropiación de fondos públicos y mentir al Congreso, por los que puede ser condenado a 20 años de cárcel.
Santos, de 34 años, se declaró «no culpable» ante la jueza Anne Y. Shields, del tribunal de Central Islip, estado de Nueva York, y quedó en libertad bajo fianza de 500.000 dólares.
La Fiscalía le acusa de 13 delitos: siete por fraude electrónico, tres por blanqueo de dinero, otro por apropiación de fondos públicos y dos por realizar declaraciones falsas ante la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense.
«Esta acusación pretende responsabilizar a Santos de varios presuntos planes fraudulentos y falsedades descaradas», dijo el fiscal del Distrito Este de Nueva York Breon Peace en un comunicado.
Santos, que volverá a la corte el 30 de junio, mantuvo a la salida de la audiencia que es inocente y acusó a la prensa y a los demócratas de acosarlo por sus opiniones políticas.
«Caza de brujas» escribió en su Twitter, con mayúsculas, como hace Donald Trump ante sus problemas con la justicia.
– Mentiras –
En su segundo intento por llegar al Congreso, Santos conquistó un escaño en noviembre pasado tras construir una figura de candidato basada en mentiras sobre su educación, religión, experiencia profesional, activos y salarios.
También sobre su historia familiar: dijo ser descendiente de judíos sobrevivientes del Holocausto que huyeron de la barbarie nazi durante la Segunda Guerra.
Tras arrebatar un escaño a los demócratas en Long Island (este de Nueva York), su peculiar castillo de naipes colapsó después de que un reportaje del diario The New York Times destapó su propensión a la fabulación.
Una comisión legislativa abrió a principios de marzo una investigación sobre este hijo de inmigrantes brasileños, quien admitió haber inventado parte de su pasado.
Varios detalles de su biografía han desaparecido de reseñas en línea. Ya no figura que se graduó en el Baruch College, que asistió a la Horace Mann School –una prestigiosa escuela secundaria privada en el Bronx– o que trabajó en finanzas para Citigroup o Goldman Sachs, como alegó inicialmente.
Hasta ahora se ha negado a renunciar a su escaño al alegar que no ha hecho nada ilegal, pese a la creciente presión del campo demócrata y algunos representantes republicanos, cuyos líderes prefieren esperar la evolución del caso.
– «Deshonestidad y engaño» –
Según los documentos judiciales, a partir de septiembre de 2022, durante su exitosa campaña electoral para el Congreso, Santos operó una sociedad de responsabilidad limitada a través de la cual desvió unos «50.000 dólares de dos donantes» a sus cuentas personales, Esos fondos los gastó en comprar ropa cara de diseño, saldar deudas y transferir dinero a sus socios.
Asimismo, durante la pandemia de covid-19 habría recibido fraudulentamente más de 24.000 dólares del seguro de desempleo, lo que el interesado dijo ser «inexacto».
En septiembre de 2022, con motivo de su segunda campaña electoral a la Cámara de Representantes, presentó una declaración en la que «certificó falsamente» que había percibido un salario de 750.000 dólares de la Devolder Organization LLC, una entidad con sede en Florida de la que era el único beneficiario.
Asimismo, dijo que había recibido entre 1 y 5 millones de dólares en dividendos de dicha compañía y tenía una cuenta corriente con depósitos de hasta 250.000 dólares, así como una cuenta de ahorros con entre 1 y 5 millones de dólares.
Pero todo era «falso», según el expediente, que recuerda que Santos «supuestamente no reveló» que en 2021 recibió aproximadamente 28.000 dólares en ingresos, además del seguro de paro.
La Fiscalía le acusa de recurrir a la «deshonestidad y el engaño reiterados para ascender a los pasillos del Congreso y enriquecerse».
Santos también fue acusado de acoso sexual por un hombre al que su oficina supuestamente ofreció un trabajo y después despidió cuando rechazó sus insinuaciones.
Si la justicia demostrara su culpabilidad, Santos podría ser condenado a 20 años de cárcel.
En una entrevista en televisión a principios de año, Santos reconoció que había mentido en su currículo, pero no para «engañar a la gente», sino para «ser aceptado por el partido».
AFP.