Congresistas republicanos declararon que miembros de la familia del presidente de Estados Unidos, Joe Biden y sus asociados recibieron en la mayor opacidad unos 10 millones de dólares de empresas extranjeras, en particular chinas y rumanas.
Estas acusaciones se inscriben en una investigación de larga data sobre los negocios controvertidos de Hunter Biden, el hijo del presidente demócrata.
La derecha lo acusa de haber usado el nombre y la agenda de contactos de su padre, cuando este era vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), para obtener dudosos contratos en varios países.
En un informe publicado el miércoles, legisladores republicanos de una comisión encargada de supervisar al poder ejecutivo aseguran que otros miembros de la familia, como el hermano o la nuera del presidente, hicieron negocios en China o en Rumanía.
Los congresistas se basan en extractos bancarios obtenidos y explican que allegados a Biden crearon una nebulosa red de empresas para disimular el origen de los fondos.
«La falta de transparencia que rodea los negocios de la familia Biden en el extranjero plantea importantes preguntas para la seguridad nacional», escriben.
«Cuando el vicepresidente Biden daba lecciones de ética contra la corrupción a Rumanía, Hunter Biden recibía (…) más de un millón de dólares de una empresa controlada por un rumano acusado de corrupción».
El informe no acusa de ningún acto ilegal a los Biden ni relaciona directamente al presidente con el caso. Pero durante una conferencia de prensa, el congresista Byron Donalds se dijo convencido de que «Joe Biden estaba al tanto».
En un comunicado, legisladores demócratas de la comisión acusan a sus colegas republicanos de haber «elegido información engañosa».
La Casa Blanca consideró por su parte «absurdo» acusar a Biden de servir los intereses de China, «sobre la base de alegaciones infundadas y ataques personales».
La vida ajetreada de Hunter Biden, quien sufrió durante un tiempo de una adicción a la droga, es un flanco débil para su padre, que buscara en 2024 la reelección a sus 80 años. Pero el presidente nunca lo ha abandonado, a pesar de que se encuentre bajo amenaza de una investigación de la justicia federal por fraude fiscal.
AFP.