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+DETALLES| Lo que se conoce la extraña muerte del coronel colombiano, Óscar Dávila

La tarde del viernes, el país se sorprendió con la lamentable muerte del coronel de la Policía Óscar Dávila Torres, uno de los investigados en medio del escándalo por el uso del polígrafo y llamadas chuzadas a Marelbys Meza, exniñera de la ex jefa de gabinete del presidente Gustavo Petro, Laura Sarabia. A Meza la acusaban de haber robado una gruesa suma de dinero de un maletín en la casa de Sarabia.

El coronel Dávila Torres murió en las horas de la tarde en la calle 22 bis n.º 48-40, en el sector de Teusaquillo. En ese momento, según las primeras versiones, iba acompañado de su escolta, se detuvo en el carro y le pidió a su hombre de seguridad que le comprara una botella de agua. Al regresar, se encontró con el coronel sin vida por impacto de bala. Las primeras versiones hablan de un suicidio.

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Dávila era nada menos que el jefe de la sala de anticipación, encargada de la seguridad del presidente Gustavo Petro, y habría sido quien, por órdenes superiores, debía recuperar el dinero de Sarabia a como diera lugar. Dispuso usar el polígrafo con la niñera Marelbys para determinar si ella se lo había robado.

El coronel Dávila obedecía órdenes directas del jefe de la Casa Militar de la Presidencia, el también coronel Carlos Feria, quien ha sido cercano al presidente Petro desde que fue el encargado de su seguridad cuando estaba en la Alcaldía hace aproximadamente una década.

Justamente, el Cicor n.º 6, con sede en Medellín, es el encargado de la persecución al Clan del Golfo en la región de Urabá, donde operaba Wilmer Antonio Giraldo, alias Siopas, uno de los cabecillas de la organización criminal y heredero del otrora todopoderoso narcotraficante Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel.

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A ese Cicor fue al que le habrían dado la orden, desde la Policía Judicial en Bogotá, de chuzar los teléfonos de las dos empleadas de Laura Sarabia, Marelbys Meza y otra llamada Fabiola. El argumento, como explicó el fiscal Francisco Barbosa en su momento, fue que una fuente humana de alta confianza había advertido la necesidad de interceptar las comunicaciones de las dos mujeres porque tenía información que las vinculaba estrechamente con el peligroso Siopas. Así, justificando la chuzada, a Marelbys le pusieron el alias de la Niñera y a Fabiola la bautizaron como la Madrina.

Sin embargo, existe otro detalle de gran importancia. En la investigación que realiza la Fiscalía sobre los hechos y las incertidumbres que rodean estos casos en la Casa de Nariño, la información conocida por el coronel Dávila resultaba crucial. El propio coronel había enviado una carta al fiscal general, con fecha del 2 de junio de este año, en la cual manifestaba su disposición para participar en una entrevista o interrogatorio en el cual revelaría todo lo que sabe. Lamentablemente, debido a su fallecimiento, esa cita nunca se dio.

Con información de SEMANA