Carlos III pronuncia este martes su primer discurso del rey, que expone, como monarca, las prioridades del gobierno británico ante el Parlamento, un ritual político que será particularmente analizado con las elecciones legislativas en el horizonte.
El acto, lleno de pompa, con tradiciones centenarias, no es del todo nuevo para el soberano. Cuando aún era heredero, Carlos ya había leído el último discurso del trono en mayo de 2022, en nombre de la reina Isabel II, afectada por problemas de salud.
Carlos se había sentado en el trono de consorte, mientras que el de su madre había permanecido vacío, con la corona colocada sobre un cojín de terciopelo.
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La apertura de la sesión parlamentaria con el discurso del soberano, preparado por el primer ministro Rishi Sunak, está prevista a las 11H30 (local y GMT) del martes.
Antes de la llegada del monarca al Palacio de Westminster, los «Yeomen of the Guard», el cuerpo militar más antiguo del ejército británico, registran los sótanos en busca de explosivos, para conmemorar el «complot de la pólvora» de 1605, cuando los católicos querían hacer estallar el Parlamento, donde el rey protestante Jaime I había acudido a pronunciar este discurso.
Tras la llegada del cortejo, el monarca, con la corona imperial ceremonial, ocupa su lugar en la Cámara de los Lores. Mientras tanto, un diputado es simbólicamente «tomado como rehén» en el Palacio de Buckingham, para garantizar «el regreso sano y salvo del rey».
– «Última oportunidad» –
También será el primer discurso para Rishi Sunak, que llegó al número 10 de Downing Street hace un año tras los escándalos de la era Boris Johnson y los 49 días de Liz Truss. Y tal vez sea el último para él, ya que las elecciones están previstas antes de enero de 2025, ya que los conservadores, en el poder desde hace catorce años, llevan una clara desventaja respecto a los laboristas en los sondeos.
Se tratará asimismo de «una de las últimas oportunidades» de las que dispondrá el primer ministro para imponer su visión, antes de las elecciones legislativas, explicó, a la AFP, Richard Carr, profesor de políticas públicas de la Universidad Anglia Ruskin.
Pero «el problema de Sunak es que no dispone de tiempo, ya que los votantes están cansados y enojados con los gobiernos conservadores».
Por lo tanto, este discurso, normalmente muy general, será seguido por las señales políticas que emanen de él.
Se esperan, por tanto, compromisos hacia posiciones muy conservadoras en su mayoría, como el endurecimiento de las sanciones contra asesinos y delincuentes sexuales, o proyectos que incorporen una visión a largo plazo, como la prohibición gradual de la venta de cigarrillos, sin tener la certeza de que el Parlamento dispondrá de tiempo para examinarlos antes de las elecciones.
Después de recuperar una apariencia de estabilidad, tras un período políticamente turbulento, Rishi Sunak, exministro de Finanzas, de 43 años, también quiere distanciarse de la oposición laborista, particularmente en el ámbito del medioambiente.
Rishi Sunak ya ha anunciado que quiere conceder nuevas licencias para la explotación y perforación de hidrocarburos en el Mar del Norte.
Las medidas adoptadas en nombre de la seguridad energética son duramente criticadas por los activistas medioambientales. También corren el riesgo de disgustar al monarca, comprometido desde hace años con el medioambiente y que hablará en la inauguración de la conferencia de la ONU sobre el clima COP28 a principios de diciembre.
AFP