evtv
EE.UU

California combate incendios forestales con quemas controladas

AFP

Decenas de personas se abren paso en un bosque de California y prenden fuego con pequeños lanzallamas la vegetación seca para una quema controlada que permita a la floresta afrontar futuros incendios de forma más efectiva.

Ese procedimiento realizado en un parque en alrededores de la ciudad de Santa Cruz está extendiéndose en el estado de California, en el oeste de Estados Unidos. Su objetivo es reducir follaje y ramas secas que actúan como agente combustible y contribuyen a una rápida expansión de los incendios forestales, agravados hoy por el cambio climático derivado de la acción humana.

«El fuego es la mejor manera de combatir los incendios», declara a la AFP Portia Halbert, ambientalista para el distrito de Santa Cruz del Departamento de Parques de California.

«No se trata de sí [la vegetación] arde, si no cuándo arderá: porque se va a quemar eventualmente. Y entonces queremos quemarla (…) cuando las condiciones no sean tan extremas para que incendie residencias y cause pérdidas humanas y materiales», agrega la responsable de la operación.

Antes de iniciar el procedimiento, voluntarios cavan en la tierra una línea de contención para las llamas. Retiran ramas y trozos de madera que están cerca de los árboles adultos y despliegan mangueras para regar la vegetación evitando que los focos de fuego puedan expandirse sin control.

Te puede interesar: Madres adolescentes en Texas van al colegio junto a sus bebés

Así, quemando el suelo del bosque, se controla lo que las llamas devorarán y la extensión, evitando que se propaguen a robles, secuoyas y otros árboles de la zona.

La idea es limpiar el bosque para que las llamas de un futuro incendio encuentren menos vegetación combustible que haga arder árboles enteros en cadena, evitando siniestros forestales de dimensiones catastróficas.

California, que ha sufrido dos décadas de dura sequía con un clima cada vez más árido, registró un alarmante número de megaincendios en los últimos diez años.

Las llamas devoraron millones de hectáreas de floresta, además de casas y edificaciones, dejando 200 muertos y daños con alto costo económico.

Este trágico balance, que Halbert describe como «un llamado de atención», llevó a las autoridades del estado a concluir que su tradicional política de combatir incendios tan pronto como estallan era errónea y contraproducente.

La vegetación de los bosques, cuidados con celo de las llamas, se está secando con más rapidez como consecuencia del cambio climático, lo que los ha convertido en un terreno fértil para la propagación de incendios, también cada vez más frecuentes.

Las autoridades del estado entonces reflotaron la vieja práctica de fuegos controlados desarrollada por los pueblos indígenas, que fueron prohibidas por el gobierno en 1850.

California planea incinerar hasta 2025 unas 160.000 hectáreas por año, el equivalente a unos 220.000 campos de fútbol.

AFP