La decisión sobre si las agresiones sexuales en el ejército estadounidense deben ser tratadas como delitos graves fue transferida de los comandantes hacia magistrados independientes, informó este jueves el Pentágono, implementando una reforma ordenada por el Congreso.
El cambio se produjo tras años de presión por parte de los defensores de las víctimas. La nueva norma fue aprobada por el Congreso en 2021 y el presidente Joe Biden ordenó su implementación en julio.
«La discreción procesal para 13 delitos graves pasará de los comandantes hacia jueces independientes y especialmente capacitados basados en las Oficinas de Asesoramiento Legal Especial y que reportan directamente ante los secretarios de los departamentos militares», dijo el secretario de Defensa, Lloyd Austin, en un comunicado.
«Este cambio histórico en el sistema de justicia militar de Estados Unidos fortalecerá significativamente el procesamiento independiente de agresiones sexuales y otros delitos penales graves cometidos en el Departamento de Defensa», afirmó.
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Quitar la investigación y el procesamiento de casos de agresión sexual de la cadena de mando fue una de las principales propuestas formuladas por una comisión independiente creada por Austin para investigar el manejo de estos temas en el ejército.
Anteriormente, los comandantes eran responsables de tomar decisiones sobre la persecución de delitos graves supuestamente cometidos por sus subordinados, un sistema que, según los críticos, a menudo presentaba conflictos de intereses y otros problemas.
Un alto funcionario de Defensa dijo que este cambio supone una «mejora monumental del sistema de justicia militar» y que las víctimas pueden tener la seguridad de que sus casos «serán manejados de manera profesional y consistente con las mejores prácticas y procedimientos de las fiscalías civiles».
Según los últimos datos del Pentágono, en 2022 hubo 8.942 denuncias de agresiones sexuales que involucraron a personal militar, un ligero aumento con respecto al año anterior.
AFP