Tras un fuerte incidente a bordo de un vuelo de Alaska Airlines ocurrido el viernes 5 de enero, la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) ordenó la inmovilización temporal de alguno aviones Boeing 737 MAX 9.
La decisión fue establecida e informada por la agencia luego que varias de las partes de un avión de la mencionada aerolínea explotaran y se desprendieran en pleno vuelo que iba a 16.000 pies de altura, hecho que obligó al piloto de la aeronave aterrizar de emergencia en Portland, Oregon.
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Por su parte, el administrador de la agencia aérea estadounidense, Mike Whitaker, indicó que la «FAA exige inspecciones inmediatas de ciertos aviones Boeing 737 MAX 9 antes de que puedan volver a volar», según reseña Telemundo 51.
En total, unos 171 aviones en todo el mundo se verán afectados por la ordenanza, mientras que lleva a cabo la revisiones a los mismos, cuya duración podría ser entre 4 y 8 horas por nave, de acuerdo con una misiva de la FAA.
Alaska Airlines emitió en una declaración que el vuelo 1282 «experimentó un incidente esta tarde poco después de la salida» y aseguró que aterrizó sin contratiempos, sin ofrecer más detallas al respecto.