La canciller de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, afirmó este miércoles desde el Foro Económico Mundial de Davos que el país cayó «bastante bajo» por la actual situación de inseguridad provocada por la violencia del crimen organizado.
«Se llegó a paralizar al país por el miedo y por la falta de oportunidad. Hemos caído bastante bajo», afirmó la ministra de Relaciones Exteriores, que ante líderes políticos y empresariales trató de explicar el origen de la ola violenta que ya ha dejado 19 muertos.
La crisis de seguridad que vive Ecuador desde el 9 de enero fue desencadenada por la fuga de uno de los capos más temidos, Adolfo Macías — alias «Fito» –, de su prisión en Guayaquil, a la que siguieron motines en las cárceles, secuestros de policías y ataques con explosivos.
El país llegó «a un punto en el que el control lo está tomando la delincuencia, el crimen organizado», declaró Sommerfeld en esta localidad de los Alpes suizos.
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«Estos grupos organizados, violentos, amedrentando a la ciudadanía, han hecho que muchos negocios tengan que cerrar», aseguró la canciller, estimando que «en el 2022, 40.000 empresas tuvieron que cerrar» en parte por el crimen organizado.
Sommerfeld indicó que «solamente 7 de cada 10 ecuatorianos tienen un empleo pleno», y «el primer generador de trabajo es la pequeña, la mediana, la microempresa», la más afectada por la violencia.
Para hacer frente a la violencia, el presidente Daniel Noboa declaró al país en «conflicto armado interno», otorgó estatus beligerante a las bandas -que se convierten así en objetivos militares-, y desplegó 22.400 efectivos de las Fuerzas Armadas en todo el país.
A pesar de ser «problemas que están radicados en un país pequeño como es el Ecuador, no corresponde únicamente al Ecuador la responsabilidad», aseguró Sommerfeld.
«Somos un país de tránsito del narcotráfico (…) Es ahí cuando entra la cooperación, y me place decir que el Ecuador ha tenido un gran apoyo internacional», declaró.
AFP