El discurso de Milei en Davos ojalá germine en Latinoamérica como ideal de la democracia liberal, representativa, censitaria y pluralista. También fue una profunda reflexión para la Europa keynesiana, burócrata, igualitaria y progre
“Que hablen bien o mal, lo importante es que hablen de mí, aunque confieso que me gusta que hablen mal porque eso significa que las cosas me van muy bien. De los mediocres no habla nadie, y cuando hablan sólo dicen maravillas”. Es la famosa frase de Salvador Dalí, que parece encajar como anillo al dedo tras el discurso del Presidente Milei en el Foro Económico Mundial de Davos (FEM), sobre todo los que han hablado o escrito mal, comenzando por el diario El País de España. No lo hizo así Bloomberg, Financial Times o The Guardian.
Según sondeos alrededor de 340 mil usuarios en todo el planeta hablaron sobre Javier Milei atraídos por su participación en el FEM. 75 millones de personas interactuaron con alguna publicación respectiva al mandatario, registrando la primera tendencia en Twitter Argentina: “Occidente”. Elon Musk le dio “un empujoncito” con un par de gorjeos que sumaron 70 millones de visitas.
El presidente Javier Milei cargó contra el feminismo, el ambientalismo, la justicia social y la «agenda globalista». Apoyos y críticas no se hicieron esperar, pero sin duda, es la primera vez que, en un foro de esta magnitud, la voz del capitalismo liberal y del mercado, se eleva estruendosamente.
El Mundo Occidental está en peligro.
El discurso de Milei hizo fuerte hincapié en la defensa del «capitalismo de libre empresa como la «única herramienta que tenemos para terminar con el hambre, la pobreza y la indigencia» […] “Occidente está en peligro porque aquellos que supuestamente tienen que defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo y a la pobreza”. En su ataque al colectivismo (titular The Guardian), Milei parte de un análisis histórico contundente.
Desde el año 0 hasta los 1.800, el PIB registró una gráfica parecida a un palo de jokey. Durante todo el periodo, la economía mundial estuvo estancada en un 0.02% de PIB. No fue hasta la llegada de la era industrial, donde salta a un 0.6%. “No hubo nunca en toda la historia de la humanidad, un momento de mayor prosperidad que el que vivimos hoy. El mundo hoy es más libre, más rico, más pacífico y próspero que en cualquier otro momento de nuestra historia”. Sin duda son datos muy provocadores, que colocan al capitalismo como la gran variable dependiente de la prosperidad, la libertad y la paz mundial. No hay que ir muy lejos para darse cuenta, que la Unión Soviética de Lenin y Stalin; la gran hambruna China [1959-62] o el Gran Salto Adelante de Mao Zedong, provocaron más la mitad de los 100 millones de personas que han muerto bajo regímenes comunistas.
Milei hizo énfasis al denunciar “que, si alguien sabe las consecuencias de abrazar políticas socialistas, son los argentinos”. Argentina llegó a ser una de las primeras economías del mundo [1900-1936] hasta que llegó el Peronismo. Argentina suma cien años de castas colectivistas que acabaron con su riqueza, su sentido productivo y su tejido social. Venezuela es historia repetida. Llegamos a tener [en Venezuela] un crecimiento sostenido durante seis décadas, registrando la movilización social más notoria de LATAM. Bastó la llegada del socialismo colectivista, revolucionario, descamisado, de apariencia redentora, para colocar [Argentina y Venezuela] en la cola de los países más pobres del continente, a la par de CUBA y Haití.
El Financial Times también se hizo eco del discurso del presidente argentino: “[Occidente está en peligro]…cooptados por Comunistas, socialistas, socialdemócratas, demócratas cristianos, neokeynesianos, progresistas, populistas, nacionalistas o globalistas. En el fondo, no hay diferencias sustantivas: todos sostienen que el estado debe dirigir todos los aspectos de la vida de los individuos”. Ahí están las cifras y las catástrofes sociales del comunismo. Así hundieron a Cuba, Rusia y Venezuela. China se salvó porque adoptó el capitalismo de estado, o una Dictadura de mercado ‘abierto’.
El Foro Mundial de Davos vs. El Foro de Sao Paulo.
Una de las críticas que le hacen a los movimientos liberales es ser capaces de construir una respuesta [en bloque] al Foro de São Paulo tras la caída del muro de Berlín [Fidel Castro 1.989]. Vale la pena anotar que la economía mundial a raíz de la caída de la URSS, la creación de la Unión Europea o la Zona Transpacífico ha crecido casi un 100%. Sólo la Alemana 214%. No significa que haya disminuido la desigualdad. Es verdad que persiste una desproporción entre ricos y pobres, donde reposa “el éxito” de la narrativa colectivista. En términos absolutos el 44% de las ganancias totales han ido a menos del 5% de la gente más rica del planeta, mientras que los situados en la media de la distribución del ingreso mundial (entre un percentil 40 y 60), han recibido entre un 12 y un 13%. Sin duda esto no lo resuelve el capitalismo o el mercado. Estos desequilibrios demandan la intervención de un estado responsable. Pero la denominada cooptación de un estado coercitivo que concentra todas las estructuras al punto de desaparecer la institucionalidad, la competencia, la justicia y la productividad, más que desigualdad, lo que produce es desolación y muerte.
Atendiendo a los niveles de ingreso per cápita, en la actualidad se reportan 1200 millones de personas en los países subdesarrollados que continúan subsistiendo con menos de un dólar diario, de los cuales cerca de la mitad reside en Asia meridional, según datos de NNUU. Se calcula además, que unos 2800 millones de personas viven con menos de 2 dólares al día. No es estrictamente cierto según nos dice Milei “que el mercado no tiene fallos”. Si que los tiene. La mano invisible de Adam Smith no siempre resuelve las ineficiencias entre la oferta y la demanda. La posición dominante de ciertas empresas, la contaminación o los abusos laborales, son fallos del mercado. La competencia imperfecta y la distribución desigual de la renta son fallas del mercado. Pero la respuesta no es la mano del leviatán totalitario, no es “el marco teórico de la economía neoclásica que es funcional a la intromisión del Estado, el socialismo y la degradación de la sociedad”. En esto Milei ha sido lapidario y contundente: “Con ese pretexto introducen regulaciones que impiden el crecimiento”. Usan la coacción como remedio a las fallas del mercado. Entonces el monopolio de la violencia se convierte en el monopolio de la justicia, la vida, la razón y las libertades públicas.
Milei también carga contra el cacareado concepto de “la justicia social”. “Es una idea injusta porque es violenta. Porque el Estado se financia a través de impuestos, que se cobran de manera coactiva. ¿O acaso alguno de ustedes puede decir que paga los impuestos de manera voluntaria? El Estado se financia de la coacción, y a mayor carga impositiva mayor la coacción”. Creo que Milei fue benevolente. El estado coercitivo no solo es violento, es confiscatorio.
El discurso de Milei en Davos ojalá germine en Latinoamérica como ideal de la democracia liberal, representativa, censitaria y pluralista. También fue una profunda reflexión para la Europa keynesiana, burócrata, igualitaria y progre, que le gustan los controles y la exacerbación [obsesiva] de la contaminación del ambiente, el género autodefinido, la vida condicionada al colectivo o la muerte asistida.
Es un misógino, anacrónico y de otra galaxia
El portal europeo ABC remarcó que los líderes mundiales deben estar alerta porque es la tendencia abrazar el ‘socialismo’ que lleva a la pobreza. Incita Milei: “Quiero darles un mensaje a todos los empresarios: ustedes son héroes, que nadie les diga que su ambición es inmoral. No cedan al avance del Estado. El Estado no es la solución, es el problema mismo. Ustedes son los verdaderos protagonistas de esta historia”. No faltaron sus detractores. Desde la arena política a través de redes sociales y dentro de un gran arco político que va desde Jorge Taiana a Pablo Avelluto, pasando por Margarita Stolbizer, Myriam Bregman o Martín Tetaz, han tildado el discurso de Milei de “vergonzoso, de papelón, de otra galaxia”.
“Fue un desastre ese discurso, una antigüedad y anacrónico” sostuvo la investigadora en comunicación y ciencias sociales Alicia Entel. “No sé si se enteró que cayó la Unión Soviética y ya cayó el muro, ni si conoce lo que llevan adelante los movimientos de mujeres. El tema es entre irónico, preocupante y peligroso porque en Milei el personaje le gana a la persona. Y no sé si esta dualidad no es de una cierta perversión”. Ese es el problema de la dialéctica de antagonización lírica de los movimientos “académicos” progres. La caída del muro de Berlín y la desaparición de la URSS es una consecuencia no una causa, y lo movimientos feministas, por ser “modernidad” tienen que ser aceptados-sic.
El diario El País de España tituló “Milei abronca a los líderes en Davos”. El periodista Carlos E. Cué calificó al mandatario Argentino como “una estrella recibida con entusiasmo en el corazón del capitalismo […] un gran defensor del mercado, palabra sagrada para los ejecutivos que llenaban a reventar la sala principal del FEMD, cuyas caras rápidamente empezaron a cambiar en la sala en cuanto Javier Milei empezó a hablar”. ¿Nos gustaría entender a quién abronca [insulta] Milei en Davos? ¿No será que los partidarios de Sánchez, los progres de Latam cooptados por Chávez, Evo, Lula, Ortega, el vetusto ALCA o los no alineados, se sintieron aludidos?
El feminismo radical tampoco quedó fuera del discurso de Milei. “Los socialistas cambiaron la agenda y reemplazaron la lucha de clases por otros supuestos conflictos de clases, como la ridícula pelea antinatural entre el hombre y la mujer” La agenda del feminismo radical devino en mayor intervención del Estado, darle trabajo a burócratas que no aportaron nada en la sociedad, sea en formato de Ministerios de la Mujer u organismos internacionales para promover esta agenda” […] Para algunos estas verdades les resultan “anacrónicas, vergonzosas, de otra galaxia”. Entonces, ¿cómo podemos llamar los desenfrenos que eliminan los sexos en los libros de niños, proponen lavados “mixtos”, indiferenciación en disciplinas deportivas entre hombre y mujer o libertad/neutralidad de autodefinición de género? ¿No permean estos “ideales” el concepto de familia?
“Los neomarxistas han sabido cooptar el sentido común de occidente gracias a la apropiación de medios de comunicación, universidades y organismos internacionales”, sentenció el presidente argentino, abroncando en todo caso a los retrógrados de galería.
Milei no entiende al mundo… El muñeco de paja
Joe Goldman, periodista de ABC News de EEUU en Sudamérica señaló: “Milei no entiende al mundo, y según él, el feminismo y el cambio climático son agenda del socialismo […]Si yo fuera un empresario ante este discurso, pondría mi dinero en otro país”. Le pregunto Goldman: ¿Cuántos capitales y talentos han migrado de de Argentina y Venezuela? ¿Cuántos millones de inocentes han sido despatriados? […] Pablo Avelluto el exministro de Cultura del macrismo dijo: “Debo ser colectivista, socialista, comunista, zurdo de mierda o lo que les parezca. Pero el liberalismo está muy lejos de su delirio fanático”. ¿Una precisión digna de un Ministro de Cultura?
Creo que pocos han hablado al mundo con la contundencia, valentía y determinación que lo hizo Milei. Han quedado al desnudo las perversiones de ese muñeco de paja llamado socialismo y que sólo ha servido para enriquecer a sus gorgojos y matar de hambre a sus pueblos.
El socialismo-alertó Churchill-es como un sueño. Tarde o temprano despierta a la realidad. Y el discurso de Milei en Davos, fue un baño de agua helada cuya realidad sacudió a los progres y lo compartieron más de 75 millones de viewers. Un garrotazo político. Hablen bien o hablen mal.
ORLANDO VIERA-BLANCO