El cambio climático favoreció en gran medida la devastadora sequía que azotó en 2023 la Amazonía, uno de los ecosistemas más importantes del mundo para estabilizar el clima mundial, amenazado por el calentamiento global.
Esa histórica sequía, entre junio y noviembre de 2023, afectó a millones de personas en toda la cuenca amazónica, atizando enormes incendios forestales, haciendo que los principales cursos de agua menguaran y causando estragos en la fauna.
Algunos expertos habían apuntado que ese fenómeno podía deberse a la llegada del episodio meteorológico El Niño, pero un nuevo estudio realizado por científicos del World Weather Attribution (WWA), publicado el miércoles, señala que el cambio climático causado por la contaminación atmosférica fue el principal responsable.
Según ellos, el calentamiento global hizo que la sequía fuese 30 veces más probable y advirtieron que la situación empeorará a medida que el planeta se caliente, empujando a la Amazonía a un «punto de inflexión» climático.
LEA TAMBIÉN: NUEVO BALANCE | Sube a 44 los muertos por deslizamiento de tierra en China
Si se intensifica la sequía y las temperaturas aumentan en el Amazonas, se podría producir una transición acelerada de selva tropical a sabana, lo que disminuiría su capacidad de almacenamiento de carbono, apuntaron los expertos.
Se estima que la Amazonía puede almacenar más de 100.000 millones de toneladas de carbono, es decir, más del doble de las emisiones anuales.
«Si permitimos que las emisiones de origen humano y la deforestación rebasen el punto de inflexión, se liberarán grandes cantidades de dióxido de carbono y nuestra lucha contra el cambio climático se complicará todavía más», alertó Regina Rodrigues, profesora de Oceanografía Física y del Clima en la Universidad federal de Santa Catarina, en Brasil.
Los científicos compararon el clima actual -que reviste un aumento aproximado de la temperatura de 1,2 ºC desde la era preindustrial- con la situación previa al cambio climático.
Así, constataron que el calentamiento global hizo que la probabilidad de que se produjesen precipitaciones débiles se multiplicara por 10 y de que hubiera una sequía, por 30.
Actualmente, la sequía solo ocurre una vez cada 50 años pero con un calentamiento de 2 ºC, la Amazonía sufriría ese tipo de episodio cada 13 años aproximadamente, según los científicos.
AFP