El cardenal canadiense Gérald Cyprien Lacroix, considerado cercano al papa Francisco, fue acusado de agresión sexual en una acción colectiva dirigida contra más de un centenar de miembros de la diócesis de Quebec, según documentos judiciales.
Lacroix, de 66 años, arzobispo de Quebec desde 2011 y cardenal desde 2014 fue acusado por una mujer, menor de edad en el momento de los hechos.
Desde el año pasado, Lacroix es también uno de los nueve miembros del Consejo de Cardenales creado por el papa Francisco para ayudarle en el gobierno de la Iglesia, que se reúne periódicamente en el Vaticano.
Se lo responsabiliza de actos cometidos entre 1987 y 1988, explicó a la AFP Alain Arsenault, abogado de las víctimas.
«La palabra es libre», afirmó, y denunció que los atacantes que «han estado protegidos durante mucho tiempo».
«Todavía estamos en shock intentando comprender los nuevos acontecimientos», reaccionó Valérie Roberge-Dion, portavoz del arzobispo.
La acción colectiva, iniciada en 2022, reúne los testimonios de 147 personas que afirman haber sido «agredidas sexualmente por más de un centenar de sacerdotes o miembros del personal de la diócesis, algunos de los cuales agredieron a varias personas o formaban parte del alto clero de Quebec», según el comunicado de los abogados.
Contactada por la AFP, la diócesis de Quebec no respondió de inmediato.
Esta acción colectiva, presentada en agosto de 2022, apuntaba en particular al cardenal Marc Ouellet, también acusado de agresiones sexuales.
Ouellet ocupó hasta 2023 uno de los cargos más importantes dentro de la Curia, la administración central de la Santa Sede, y siempre negó «firmemente» las acusaciones calificándolas de «difamatorias». En enero de 2023 dimitió por razones de edad.
Desde la elección del papa Francisco en 2013, otros cardenales se han visto envueltos en acusaciones de agresión sexual.
A finales de 2022, el cardenal francés Jean-Pierre Ricard, exarzobispo de Burdeos, admitió haber tenido un comportamiento «reprobable» con una adolescente hace 35 años.
La investigación de la justicia francesa bajo el cargo de «agresión sexual agravada» fue desestimada porque los hechos prescribieron, pero la investigación del Vaticano continúa.
En 2019, el papa suspendió al exarzobispo de Washington, Theodore McCarrick, después de que el Vaticano lo declaró culpable de agredir sexualmente a una adolescente de al menos 16 años en 1974, y de haber tenido conductas sexuales inapropiadas hacia seminaristas.
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La lucha contra la violencia sexual en la Iglesia es uno de los proyectos del pontificado de Francisco, que defiende una política de «tolerancia cero» hacia este tipo de escándalos que se han multiplicado.
El Papa argentino creó una comisión asesora para la protección de menores, levantó el secreto pontificio sobre la violencia sexual por parte del clero y obligó a religiosos y laicos a informar cualquier caso a sus superiores.
Sin embargo, el secreto de confesión sigue siendo absoluto y las asociaciones de víctimas exigen más medidas.
Nombrados por el Papa, los cardenales ostentan la máxima dignidad de la Iglesia católica y tienen como misión ayudar en el gobierno de la Iglesia.
AFP