Tres soldados estadounidenses murieron en Jordania en un ataque con dron que el presidente de EE.UU., Joe Biden, atribuyó a los grupos apoyados por Irán.
Se trata de la primera vez que militares estadounidenses mueren en Oriente medio desde que estalló el conflicto entre Israel y Hamás tras los ataques perpetrados por el movimiento islamista en suelo israelí el 7 de octubre.
Este hecho se produce además en medio de una grave disputa entre Israel y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que amenaza la existencia de la agencia, así como la ayuda vital que proporciona a los palestinos en Gaza y en Cisjordania ocupada.
Tanto Naciones Unidas como la Organización Mundial de la Salud exhortaron a los países donantes a que garanticen la continuidad de la ayuda, pese a la supuesta implicación de trabajadores de la UNRWA en el ataque de Hamás el 7 de octubre.
Varios Estados donantes clave suspendieron su financiación a la UNRWA a raíz de estas acusaciones.
El ataque sin precedentes perpetrado por Hamás el 7 de octubre provocó la muerte de alrededor 1.140 personas en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP realizado a partir de cifras oficiales israelíes.
Como respuesta, Israel prometió «aniquilar» al movimiento islamista — considerado organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la UE — y lanzó una vasta operación militar en Gaza, que causó 26.422 muertos, en su mayoría mujeres, niños y adolescentes, según el último balance del domingo del ministerio de Salud de Hamás.
En el frente de las negociaciones, el jefe de inteligencia estadounidense, William Burns, se reunió el domingo en París con altos responsables de Egipto, Israel y Catar, principales mediadores en el conflicto.
Israel dio cuenta de discusiones «constructivas». En un comunicado, la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, señaló que aún existían «discrepancias» y que se esperan nuevas conversaciones en los próximos días.
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Una fuente de seguridad confirmó a la AFP que el presidente Biden había enviado a Burns para intentar negociar la liberación de los últimos rehenes israelíes retenidos por Hamás a cambio de un alto el fuego.
Catar, Egipto y EE.UU. negociaron la primera tregua, que se cristalizó a finales de noviembre con la liberación de un centenar de rehenes, de las 250 personas secuestradas en Israel el 7 de octubre, a cambio de presos palestinos detenidos en cárceles israelíes.
Según las autoridades israelíes, 132 rehenes permanecen retenidos en la Franja de Gaza, 28 de ellos presuntamente muertos.
De acuerdo con el New York Times, el proyecto de acuerdo implicaría una tregua de dos meses y la liberación de todos los rehenes, así como la puesta en libertad de presos palestinos encarcelados en Israel.
AFP