Un trabajo de investigación que llevó a cabo la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York en conjunto con la DEA entre los años 2010 y 2011 arrojó pruebas que hubo un financiamiento ilícito para la campaña del presidente Andrés López Obrador en el 2006.
La información fue compartida por Propublica, en una publicación periodística realiza por periodistas de la agencia de noticias DW en donde se revela que operadores del Cartel de Sinaloa inyectaron al menos 2 millones de dólares a la campaña a la presidencia mexicana de AMLO a cambio de favores para sus operaciones criminales.
En la publicación especifican que no comprobaron que Andrés Manuel López Obrador estuviera al tanto del dinero recibido por parte del cartel, pero que, si pudieron confirmar que Nicolás Mollinedo Bastar.
Nicolás Mollinedo es cercano al presidente y antiguamente trabajaba como su chofer lo que lo llevó a ser reconocido dentro la política mexicana.
Sin embargo, varios periodistas, entre los que resalta Carlos Loret de Mola señalan que Mollinedo nunca fue realmente el chofer de López Obrador, sino que usaban ese servicio como fachada para ocultar lo que hacían en beneficio del mandatario.
En la investigación se explica que cuando Roberto López Nájera, un abogado que había representado a Édgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, fue detenido por agentes de la DEA, éste proporcionó un relato detallado de las donaciones en efectivo de los narcotraficantes y que en su relato aseguró que Nicolás Mollinedo estaba muy involucrado.
Además, Nájera grabó conversaciones que sostuvo con Nicolás Mollinedo Bastar en donde hablaba de su participación en el esquema, pero las autoridades consideraron que la evidencia no era lo suficientemente sólida como para justificar los riesgos de una operación encubierta extensa en México y el tema fue olvidado.
Sin embargo, algunas autoridades consideraron que la evidencia no era lo suficientemente sólida como para justificar los riesgos de una operación encubierta extensa en México y el tema fue abandonado.