Luego de ser elegido como Presidente del Órgano de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores del TIAR, el Canciller Holmes Trujillo aseguró que esta instancia es una oportunidad para «avanzar en el diálogo franco» sobre la situación en Venezuela y tomar las medidas necesarias en el marco de este tratado.
El Ministro de Relaciones Exteriores colombiano recordó que la crisis en Venezuela es causada «por la ruptura del orden democrático y constitucional; por la persecución y represión contra la población civil que reclama por su libertad; por la masiva y sistemática violación a los derechos humanos como lo detalló con claridad el informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas; por la generación de la mayor crisis humanitaria que ha vivido la región, que ha llevado a que cerca de 5 millones de venezolanos tengan que huir de su país y por la connivencia entre el régimen de Nicolás Maduro, el crimen transnacional y organizaciones terroristas, violando obligaciones internacionales como la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas».
Por esta razón, indicó que la convocatoria del TIAR permite la adopción de una serie de medidas, la mayoría de ellas de obligatorio cumplimiento, y todas con la legitimidad que otorga el derecho internacional.
Según el Canciller Holmes Trujillo, estas acciones «son tan amplias y diversas que, en síntesis, estamos ante el único instrumento interamericano que nos da la fuerza jurídica para tomar medidas que otros instrumentos no permiten y así avanzar en la protección de la democracia, la seguridad y la paz de la región».
El encuentro de cancilleres del TIAR se realizó en Nueva York, en cumplimiento de lo acordado por el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos el pasado 11 de septiembre, cuando el Canciller Holmes Trujillo denunció los vínculos del régimen de Nicolás Maduro con organizaciones armadas ilegales colombianas y presentó evidencias claras del riesgo a la estabilidad regional que causa esa alianza entre el terrorismo y la dictadura venezolana.