El Departamento de Trabajo de EE. UU. ha anunciado que la inflación en Estados Unidos se situó en el 3.1% durante el mes de enero, superando las expectativas y generando preocupaciones en medio de las altas tasas de interés.
El Índice de Precios al Consumidor aumentó un 0.3% en enero, colocando la inflación para el inicio del 2024 en el 3.1%, una cifra ligeramente por encima de lo esperado. Este aumento ha sido impulsado principalmente por los costos de alimentos y viviendas, que se mantuvieron elevados en el primer mes del año, representando un desafío para los bolsillos del promedio estadounidense y para la Reserva Federal.
Por otro lado, los precios subyacentes, una medida que excluye los costos más volátiles de los alimentos y la energía, aumentaron un 0.4% en enero y un 3.9% anual, lo que refleja una presión constante sobre los precios.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU., los costos de vivienda fueron uno de los principales impulsores de la inflación alta. El alquiler aumentó un 0.6% en enero y un 6.1% anual, mientras que los precios de los seguros médicos y de automóviles también experimentaron un aumento del 1.4% durante el mes.
En cuanto a las tasas de interés, durante la primera reunión del año de la Reserva Federal encabezada por su presidente Jerome Powell, se anunció que hasta el momento la tasa de interés se mantendrá en el rango del 5.50%. Aunque muchos esperaban el comienzo de una serie de recortes, Powell mencionó que si la economía evoluciona como se espera, es probable que se comiencen a reducir las restricciones políticas en algún momento de este año, aunque no se estableció una fecha específica.
Estos datos reflejan un panorama económico desafiante para Estados Unidos, donde la inflación sigue siendo una preocupación clave para los responsables de formular políticas económicas.