Miguel Pizarro, Comisionado Presidencial para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), informó a través de un comunicado la solicitud a asistencia del Programa Mundial de Alimentos (World Food Programme), el cual tiene 57 años coordinando políticas, estrategias y operaciones para brindar asistencia a Estados víctimas de crisis y emergencias humanitarias; es actualmente la agencia humanitaria más grande del mundo; y trabaja incansablemente junto a gobiernos nacionales, sociedad civil, sector privado y otras agencias especializadas para reforzar la seguridad alimentaria y nutricional de los países que como Venezuela atraviesan una hambruna sin precedentes.
Venezuela vive la emergencia humanitaria compleja más grave de toda su historia. La escasez de alimentos son una de las causas de la crisis que trae como consecuencia desnutrición en la población, deserción escolar y muertes.
Venezuela está incluida en la lista de 41 países que necesitan ayuda alimentaria externa de la FAO, a causa de la falta de acceso generalizado a los alimentos; y en su informe publicado este año afirman que al menos 6, 8 millones de venezolanos padecen inseguridad alimentaria grave.
A continuación el comunicado:
A la opinión pública:
Cada día que pasa se suman nuevas víctimas de la Emergencia Humanitaria Compleja. Hospitales, escuelas y hogares sufren a diario por la escasez de insumos, medicinas y alimentos, al punto que la propia Organización de Naciones Unidas, se ha visto en la labor de reconocer que al menos 7 millones de venezolanos hoy requieren de asistencia humanitaria. Vemos con extrema preocupación como la crisis social y económica que afecta a nuestro país se mantiene y se profundiza, y es por eso que desde enero, como Presidente de la Comisión Especial para el Seguimiento a la Ayuda Humanitaria y más recientemente como Comisionado Presidencial para la Organización de las Naciones Unidas por mandato del Presidente (E) Juan Guaidó, hemos asumido la labor de hacer esfuerzos junto a la comunidad internacional para que sea escuchada la causa humanita-
ria y se abra un espacio humanitario que permita asistir a los venezolanos más vulnerables. El drama que hoy se ve en los mercados, en los hogares y en las escuelas refleja la necesidad de todo
un país. La escasez de alimentos es la principal causa de deserción escolar en nuestro país; Venezuela está incluida en la lista de 41 países que necesitan ayuda alimentaria externa de la FAO, a causa de la falta de acceso generalizado a los alimentos; y en su informe publicado este año afirman que al menos 6, 8 millones de venezolanos padecen inseguridad alimentaria grave. Estas son cifras que alertan el drama de hambre que vive nuestro país.
Estamos convencidos de que sin una respuesta de la comunidad internacional es imposible que esta realidad cambie. Desde el inicio de nuestra gestión hemos solicitado la asistencia del Programa Mundial de Alimentos (World Food Programme), el cual tiene 57 años coordinando políticas, estrategias y
operaciones para brindar asistencia a Estados víctimas de crisis y emergencias humanitarias; es actualmente la agencia humanitaria más grande del mundo; y trabaja incansablemente junto a gobiernos nacionales, sociedad civil, sector privado y otras agencias especializadas para reforzar la seguridad alimentaria y nutricional y luchar contra la hambruna de manera global.
Actualmente el Programa Mundial de Alimentos es el actor con mayor independencia operativa dentro del Sistema de Naciones Unidas, lo cual además les permite garantizar la logística necesaria para que la atención sea distribuida también bajo los otros tres principios humanitarios de neutralidad, humanidad, universalidad. Es por esto que hemos solicitado que exijan el acceso a nuestro país para así
establecer operaciones y acciones que nos permitan paliar esta grave crisis.
No podemos ser indolentes al sufrimiento, no podemos ver como los niños mueren de hambre y como sus madres padecen el no poder proveerles alimentos. Todos estos esfuerzos atienden las consecuencias de la crisis que hoy vivimos, todos contribuyen en aliviar el sufrimiento y sobrevivir a la tragedia a la que pretende someternos un régimen usurpador. Sin embargo, la única solución a lo que hoy atravesamos como país y como sociedad es la salida definitiva de este régimen del poder.