El presidente de EE.UU. en su discurso sobre el Estado de la Unión hizo un reiterado llamado a financiar la seguridad fronteriza y aseguró que “no demonizaré a los inmigrantes” como según lo hace su “predecesor”.
Asimismo, exigió al Congreso la aprobación del proyecto de ley bipartidista que según él posibilitaría la contratación de miles de agentes fronterizos y cientos de jueces de inmigración.
“Este proyecto de ley salvaría vidas y traería orden a la frontera”, apuntó el presidente.
Enfatizó en que el proyecto también ayudará con la adquisición de máquinas de alta tecnología para reforzar el control de la frontera sur del país.
El proyecto de ley ha encontrado impases en la Cámara de Representantes, dominada por republicanos, quienes aseguran que no es suficiente, a pesar de que fue negociada por una comisión bipartita de senadores y los expertos han coincidido en señalarla como la legislación migratoria más estricta en décadas. Biden, sin embargo, volvió a decir que se trata de una acción “política” de su predecesor, Donald Trump, a quien no nombró directamente.
“Él siente que sería una victoria política para mí y una pérdida política para él. No se trata de él o de mí. Sería una ganancia para Estados Unidos”, sentenció.
Te puede interesar: Biden a Putin: «No nos iremos, no nos doblegaremos»
Así, en medio de aplausos y abucheos, Biden aseguró que lo que “no haría” sería “separar familias” o “expulsar gente de EEUU por su fe”, asegurando este es un país “hogar de personas de todos los lugares de la tierra”.
“Podemos pelear por la frontera o podemos arreglarla», agregó. «Estoy listo para arreglarlo. Envíenme el proyecto de ley fronterizo ahora”.
VOA