Las colas son interminables y la crisis parece empeorar con el pasar del las horas en la entidad fronteriza.
Una situación, que según cuentan sus habitantes, jamás habían vivido a tal magnitud.
Más de 10 horas debe pasar un conductor para poder surtir mientras se incrementa el comercio de combustible en el mercado negro en donde un bidón de 20 litros puede costar entre 10 y 15 dólares.
Las autoridades parecen hacerse las desentendidas sobre esta grave situación que mantiene a la entidad sumida en la incertidumbre.