Una medida tomada por la compañía eléctrica Pacific Gas & Electric (PG&E) para «evitar» o prevenir más incendios en el norte de California.
Aproximadamente 600.000 personas están sin electricidad desde el miércoles 9 de octubre de 2019, a raíz de los apagones preventivos que se prevén continuarán por lo menos un día más.
La zona norte y centro de California está experimentando altas temperaturas, condiciones secas y fuertes vientos, registrados en algunas zonas en 77 millas por hora (124 Km p/h). Estas condiciones climáticas son óptimas para la rápida propagación de incendios forestales y motivo por el cual la compañía eléctrica tomó la decisión de interrumpir el flujo eléctrico, citando «seguridad pública».
La empresa asegura que a medida que se realicen inspecciones y se determine que no haya peligro, se restaurará el suministro eléctrico.
Según PG&E, un equipo de 6.000 personas está inspeccionando 25.000 millas (más de 40.000 km) de cables eléctricos, postes y equipos para determinar si los fuertes vientos provocaron daños.
«Esas inspecciones solo se pueden hacer durante el día… y se están usando helicópteros para hacer inspecciones por aire y tierra. Si hay daños, vamos a tener que hacer arreglos», explica Evelyn Escalera, portavoz de PG&E. «Cuando sea seguro hacerlo, se restaurará servicio a clientes».
Pero es muy probable que la interrupción del servicio continúe por lo menos hasta el viernes. Gran parte del Área de la bahía y el valle de Sacramento están en alerta máxima.
Bomberos en el norte de California están respondiendo a una serie de incendios forestales que que comenzaron a arder el miércoles por la noche debido a las condiciones climáticas críticas. Pero hasta el momento no se han reportado incendios relacionados con equipos de PG&E en zonas donde se interrumpió el suministro de electricidad.
La situación ha provocado gran frustración entre el público afectado. Los cortes eléctricos han causado pérdidas de alimentos y de productividad. Escuelas se vieron forzadas a cancelar clases y muchos negocios no han podido funcionar sin acceso a electricidad. También han habido problemas de tránsito al no funcionar semáforos.
«PG&E avisó a los clientes desde hace varios meses que esto era una probabilidad en diferentes zonas de California, debido al riesgo de incendio y el mensaje ha sido de preparación, de estar listos y tener un plan si eso sucede» dijo Escalera. «Entendemos que esto tiene un gran impacto en la vida cotidiana de todas las personas, pero pedimos paciencia».
Investigaciones del Departamento Forestal y Protección contra Incendios de California (Cal Fire) determinaron que líneas eléctricas de PG&E causaron devastadores incendios forestales en el norte de California en 2017 y el incendio Camp – el más mortífero del estado – que en noviembre del 2018 destruyó por completo la ciudad de Paradise y causó la muerte de 85 personas.
La empresa se declaró en bancarrota a principios del 2019 ante la avalancha de demandas y para reorganizarse.
Con información de la Voz de América