Este pasado lunes, Brasil hizo su debut en la Copa América en Inglewood, California, pero el resultado fue decepcionante, ya que el encuentro terminó en un empate sin goles contra Costa Rica. La joven delantera de Brasil enfrentó un gran desafío: rivales cautelosos que defienden en profundidad y niegan espacio para el contraataque. El entrenador de la «verdeamarela», Dorival Junior, había empezado fuerte con una victoria contra Inglaterra y un empate emocionante con España, pero Costa Rica, bajo la dirección del argentino Gustavo Alfaro, ofreció una resistencia férrea en un campo más pequeño de lo habitual, complicando el juego de los brasileños.
Brasil esperaba superar fácilmente a Costa Rica, pero a pesar de varias oportunidades y un gol anulado a Marquinhos por fuera de juego, no lograron marcar. Neymar, desde las gradas, mostró frustración mientras se desperdiciaban ocasiones. La falta de calma y la precipitación fueron evidentes, contrastando con la serenidad mostrada por Colombia más temprano en el día.
Ni siquiera la entrada del joven Endrick pudo cambiar el resultado. El primer partido competitivo de Dorival Junior al mando de Brasil terminó en un 0-0, y Costa Rica celebró el empate como una victoria. Rodrygo fue el punto brillante del partido. El talentoso atacante del Real Madrid mostró su habilidad para desestabilizar a la defensa costarricense, aunque su asociación con Vinicius Junior no funcionó como se esperaba. Vinicius fue reemplazado después de un desempeño decepcionante, y Brasil no pudo romper la defensa costarricense, algo que no ocurría desde 1960.
Brasil deberá enfocarse en los próximos partidos contra equipos de la CONMEBOL. En la Copa Centenario de 2016, aplastaron a Haití 7-1, pero no lograron anotar contra Ecuador y Perú. El destino de Brasil en esta fase de grupos se definirá en los encuentros con Paraguay y Colombia. Quizás en Las Vegas, Dorival Junior se arriesgue con una alineación más ofensiva.