En una de las noches más decepcionantes en la historia de la Selección Nacional de Estados Unidos, el equipo cayó 1-0 ante Uruguay en el cierre de la fase de grupos de la Copa América 2024, eliminándolos del torneo. Lo que debía ser una exhibición del crecimiento y potencial del equipo antes de ser anfitriones de la Copa Mundial de la FIFA 2026, dejó a los aficionados preguntándose qué esperar en los próximos dos años. Estados Unidos esperaba haber asegurado la clasificación antes de enfrentar a La Celeste, pero se puso en una situación difícil tras perder ante Panamá. El árbitro Kevin Ortega se convirtió en un tema recurrente a lo largo de la noche. Decisiones cuestionables, la negativa de Ortega a estrechar la mano de Pulisic al final del partido y los comentarios críticos de Alexi Lalas y John Strong sobre su inexperiencia contribuyeron a que el arbitraje fuera un punto de conversación importante. En ciertos momentos, Estados Unidos mostró capacidad.
El equipo parecía peligroso en algunas áreas y desorganizado en otras. La pérdida de Folarin Balogun y Joe Scally durante el partido no ayudó. Conceder un gol de jugada a balón parado justo después de que Berhalter informara al equipo que el partido Bolivia/Panamá estaba 1-1 fue simplemente cómico. El fútbol puede ser cruel, pero a veces solo hay que reírse de la mano que te toca. No solo fue el gol un golpe fatal para las esperanzas de Estados Unidos, sino que todo empezó a desmoronarse. La decisión del VAR sobre el gol de Mathias Olivera también fue controversial. Aunque las imágenes parecían mostrar que Olivera estaba en fuera de juego, el gol se mantuvo y todo se descontroló.
No se equivoquen, el VAR y los árbitros suelen ser un punto de discusión en los partidos. No son inmunes a las críticas, pero no son la única razón por la que Estados Unidos perdió. Pero algo está claro: el tiempo de Berhalter ha terminado. Es hora de un rostro nuevo con ideas frescas. Este camino que siguen con el 2026 acercándose rápidamente no muestra signos de mejora o esperanza. La USMNT necesita un entrenador que pueda instalar un estilo de juego en dos años. La federación debe acertar en esta búsqueda de entrenador, de lo contrario, la Copa Mundial será un reflejo de este verano, pero en un escenario más grande.