La embajada de Rusia en Praga amaneció este martes 9 de julio rociada con un líquido rojo, simbolizando el «baño de sangre» provocado por el letal ataque con misiles realizado por el ejército ruso en Ucrania. Este ataque afectó, entre otros lugares, al mayor hospital infantil del país.
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Fotos del edificio de la embajada y la filmación de la protesta fueron publicadas en medios locales y redes sociales. Las imágenes muestran a un hombre y una mujer llevando cubos de líquido rojo hasta la entrada de la embajada y arrojándolo sobre el soporte del edificio. La descripción en redes sociales señaló que los cubos contenían ketchup.
La información fue compartida por la agencia de noticias EFE.
Desde marzo de 2022, tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el Ayuntamiento de Praga renombró un tramo de la calle donde se encuentra la embajada rusa como «calle de los Héroes Ucranianos». Previamente, la plaza frente a la embajada había sido renombrada en honor a Boris Nemtsov, un político opositor ruso asesinado en 2015.
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El reciente ataque con misiles en varias partes de Ucrania, incluyendo el hospital infantil Ojmatdit en Kiev, resultó en al menos 38 muertos, entre ellos 4 niños, y 190 heridos. La ofensiva ocurrió justo antes de la cumbre de la OTAN en Washington, donde se discutirá cómo continuar la ayuda militar a Ucrania.
El presidente checo, Petr Pavel, y el ministro de Exteriores, Jan Lipavsky, condenaron el ataque. Pavel expresó en su cuenta de X su esperanza de que la OTAN considere a Rusia como la mayor amenaza para la seguridad, mientras que Lipavsky criticó a aquellos que promueven la paz con Putin, refiriéndose específicamente a la reciente visita del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, a Moscú. Orbán, tras asumir la presidencia de turno de la Unión Europea, se reunió con Putin en una autodenominada «misión de paz», sin coordinar con el resto de la Unión, generando malestar entre los Veintisiete.