A medida que Nicolás Maduro se niega a reconocer la derrota en las recientes elecciones y a dialogar sobre una transición democrática en Venezuela, Estados Unidos y sus aliados internacionales, como Brasil, Colombia y la Unión Europea (UE), están evaluando nuevas sanciones. Estas medidas buscan presionar al régimen venezolano para que cese la represión y acceda a iniciar un proceso político legítimo.
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El régimen de Maduro ha dejado claro que no negociará dos veces, anticipando la posibilidad de un cambio en la administración estadounidense tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Este cálculo ha complicado los esfuerzos diplomáticos encabezados por el presidente Joe Biden y apoyados por líderes como Lula da Silva y Gustavo Petro, quienes han visto sus propuestas de mediación rechazadas por el mandatario venezolano.
La información fue compartida por VOA.
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A pesar de la resistencia de Maduro, la Casa Blanca y sus socios internacionales continúan explorando estrategias para forzar al régimen a la mesa de negociaciones.
Las sanciones adicionales que prepara Estados Unidos, en coordinación con otros países, buscan castigar las continuas violaciones a los derechos humanos y aumentar la presión sobre la dictadura venezolana.