Vemos mensajes públicos del régimen tendiendo puentes con la nueva administración de EE.UU., esto genera lógicas críticas en redes,“tarde piaste, ¿ahora vas a venir como corderito?, ahora sí estás pidiendo cacao, etc”, reacciones por demás lógicas, son muchos años engañando y dañando al país.
El régimen esta preocupado y es natural que busque un acercamiento (hasta ahora le ha funcionado) como también es natural, que la inmensa mayoría sienta un rechazo y vea con escepticismo cualquier iniciativa de dialogo, Hasta ahora ningún intento ha dado frutos y hay profundas heridas en la sociedad venezolana. Maduro le ha hecho mucho daño al país.
Maduro sin duda debe asumir la nueva realidad geopolítica y buscar puentes, el triunfo de Trump cambia el juego.
Y partiendo en sus comunicados “oficiales” el régimen están haciendo su política, buscar puentes. Pero la pregunta es ¿hasta qué punto está Trump dispuesto a negociar una solución política con Maduro?
No lo sabemos, pero apostaría que la nueva administración no va a cometer los errores de creer en promesas, Maduro ha dado demasiadas pruebas de que no cumple acuerdos.
Maduro se le fue con la cabuya en la pata a Biden, no le cumplió y eso que recibió bastantes incentivos. Y si no los recuerdan estas palabras se los recordará a ustedes los lectores:
Los sobrinos, Alex Saab, Licencia Chevron entre otros.
Sabemos que Maduro no es un demócrata, pero si hay alguna posibilidad de negociar es antes del 20 enero. De ser así, pues bienvenida ese giro en la política del régimen.
Sin duda me yo me cuento entre los que queremos una transición a la democracia, que pasa por la inmediata liberación de todos los presos políticos
Con Trump el fiado se acabó, después de liberados los presos políticos, entonces si es posible negociar la transición y el respeto de los resultados del 28 julio.
Siempre escuchamos lo grande que fue Mandela, pero esa grandeza de Mandela no habría logrado nada si Frederik de Klerk no cede, como dijo Romulo a Caldera “para bailar hacen falta dos”.
Por eso siempre digo, no hay Mandela sin De Klerk.
PD: Nadie venga a creer que estoy poniendo a nadie al nivel de Mandela, es que tampoco hay De klerk. Ojo ahí porque ni en la oposición ni en el régimen hay gente de esa talla, es solo a modo de referencia de un proceso político de transición.
Pero de que hace falta acuerdo para avanzar.
Y el acuerdo es entre los actores que hay.