Este viernes comienza el juicio contra José Ibarra, un inmigrante venezolano indocumentado acusado del asesinato de Laken Riley, un caso que ha sido utilizado en la campaña del presidente electo Donald Trump para reforzar su discurso sobre indocumentados y criminalidad.
Este incidente también motivó la aprobación de nuevas leyes migratorias en Georgia.
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El juicio, solicitado sin jurado por la defensa, podría concluir con un veredicto de culpabilidad debido a las «abrumadoras pruebas» en su contra, según expertos consultados por EFE. Ibarra, de 26 años, enfrenta 10 cargos por el asesinato de Riley, una universitaria de 22 años cuyo cuerpo fue hallado en febrero en senderos cercanos a la Universidad de Georgia, en Athens. A pesar de declararse «no culpable» desde su arresto, ocurrido un día después del crimen, las pruebas en su contra incluyen cargos adicionales por intento de violación, asesinato con asfixia y uso de una piedra como arma mortal.
El caso tuvo un impacto legislativo inmediato. Legisladores republicanos de Georgia aprobaron una ley que obliga a las fuerzas policiales a verificar el estatus migratorio de los detenidos y notificar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en caso de irregularidades.
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En paralelo, Diego Ibarra, hermano del acusado, fue arrestado durante la investigación por usar una tarjeta de residente falsa. En julio, se declaró culpable y está a la espera de sentencia.
El juicio, al que asistirán los padres de la víctima, se prevé breve por la ausencia de jurado. José Ibarra ingresó a Estados Unidos por la frontera con México en 2022, solicitando asilo y siendo liberado para continuar su proceso. Su caso ha intensificado los debates sobre la relación entre migración y seguridad en el contexto político estadounidense.