Chen Jinping, de 60 años, de Nueva York, Nueva York, se declaró culpable de conspirar para actuar como agente ilegal del gobierno de China, en relación con la apertura y operación de una estación de policía extranjera no declarada, ubicada en el bajo Manhattan, para el Ministerio de Seguridad Pública (MPS) chino.
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«La declaración de culpabilidad de hoy responsabiliza al acusado por sus descarados esfuerzos para operar una estación de policía extranjera no declarada en nombre de la fuerza policial nacional de la República Popular China, una clara afrenta a la soberanía estadounidense y un peligro para nuestra comunidad que no será tolerado», dijo el secretario de Justicia adjunto, Matthew G. Olsen de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia. «El Departamento de Justicia continuará persiguiendo a cualquiera que intente ayudar a los esfuerzos de la RPC para extender su alcance represivo a los Estados Unidos», añadió.
Como se alega, Chen Jinping y el coacusado «Harry» Lu Jianwang conspiraron para actuar como agentes ilegales del gobierno de la República Popular China y también obstruyeron la justicia al destruir pruebas de sus comunicaciones con un funcionario del MPS. Mientras actuaban bajo la dirección y el control del funcionario del MPS, los acusados trabajaron juntos para establecer la primera estación de policía extranjera conocida en los Estados Unidos en nombre de la sucursal de Fuzhou del MPS. La comisaría, que cerró en el otoño de 2022, ocupaba un piso entero en un edificio de oficinas en el barrio chino de Manhattan. Lu y Chen ayudaron a abrir y operar la estación de policía clandestina. Ninguno de los participantes en el plan informó al gobierno de los EE. UU. que estaban ayudando al gobierno de la RPC a abrir y operar subrepticiamente una estación de policía MPS no declarada en suelo estadounidense.
En octubre de 2022, el FBI llevó a cabo un registro autorizado judicialmente en la comisaría ilegal. En relación con el registro, los agentes del FBI entrevistaron a ambos acusados y confiscaron sus teléfonos. Al revisar el contenido de estos teléfonos, los agentes del FBI observaron que las comunicaciones entre los acusados y un funcionario del MPS parecían haber sido borradas. En entrevistas consensuadas posteriores, los acusados admitieron ante el FBI que habían borrado sus comunicaciones con el funcionario del MPS después de enterarse de la investigación en curso del FBI, impidiendo así que el FBI conociera el alcance total de las instrucciones del MPS para la estación de policía en el extranjero.
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Chen se enfrenta a una pena máxima de cinco años de prisión. Según el acuerdo de culpabilidad de Chen, el gobierno acordó desestimar el cargo de obstrucción de la justicia en su contra. Lu se ha declarado inocente de los dos cargos en su contra y está a la espera de juicio.