La dictadura no está hecha para el diálogo. El juego al régimen de Maduro les salió mal al pretender hacer ver que las negociaciones con representantes de presidente encargado Juan Guaidó se verían renovadas. Una alerta oportuna del director de comunicaciones de la presidencia encargada, Alberto Ravell.
«Aquí no se puede hablar, primero porque la dictadura no tiene palabra, no puede dialogar, no está hecha para el diálogo, está hecha para reprimir, para crear desesperanza o para sacar un ascenso, no un progreso».