El papa Francisco, hospitalizado desde hace 20 días por una doble neumonía, celebró este miércoles el inicio de la Cuaresma desde su habitación sin registrar nuevos episodios de insuficiencia respiratoria, según informó el Vaticano.
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El pontífice, de 88 años, participó en el rito de bendición de las cenizas y recibió la Eucaristía. Durante la jornada, también mantuvo una llamada con el padre Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia de Gaza, y alternó entre descanso y trabajo.
“El estado de salud del Santo Padre ha permanecido estable. Recibió oxigenoterapia de alto flujo durante el día y ventilación mecánica no invasiva durante la noche. Además, aumentó la fisioterapia respiratoria y motora activa”, detalló Vatican News, el medio oficial del Vaticano.
El informe médico precisó que el papa pasó el día en un sillón, aunque el pronóstico sigue siendo reservado debido a la complejidad de su cuadro clínico.
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Debido a su hospitalización, la misa del Miércoles de Ceniza fue celebrada por los cardenales en la Basílica de Santa Sabina, en Roma, sin la presencia del pontífice. La Cuaresma, que comienza con este rito, es un periodo de 40 días de preparación para la Pascua, la festividad más importante del calendario católico.