La hiperinflación galopante y desmedida en Venezuela golpea a los padres venezolanos, quienes en el deseo de ver a sus hijos sonreír con el regalo del Niño Jesús la medianoche, hacen hasta lo imposible por encontrar los mejores precios del mercado, surfeando entre precios dolarizados en un país cuyos salarios ni alcanzan para comer dignamente.
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Desde Caracas, nuestra corresponsal Aimara Alonso pudo corroborar esta situación.