En medio de la gira internacional que realiza el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, el gobierno de Cuba tomó un repentino protagonismo durante su paso por Canadá, cuando Guaidó y el canciller canadiense aseguraron que el Estado caribeño podría ser parte de la solución a la crisis que atraviesa la nación suramericana.
Durante una rueda de prensa después del encuentro entre Guaidó y el ministro de Exteriores François-Philippe Champagne esta semana, el también titular de la Asamblea Nacional venezolana indicó que «no es un secreto que Cuba ha sido parte del soporte no solamente ideológico, sino también a nivel de inteligencia” del gobierno en disputa de Nicolás Maduro.
Sin embargo, indicó que “queremos que sean parte de la solución” y agregó que “con el acompañamiento adecuado, podemos hacer que se coloquen de lado de la solución”.
Aseguró que las conversaciones que Canadá pueda tener con Cuba y otros países “son muy positivas para encontrar una solución”.
Por su parte, Champagne indicó que “vamos a tener un intercambio con Cuba” y agregó que “en el curso de las próximas semanas, vamos a involucrarnos con un número de países, y pensaría que Cuba es uno de ellos”.
Y en una especie de ping-pong diplomático, Michael Kozark, Secretario del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, respondió a Guaidó, acusando directamente al gobierno de La Habana.
«Cuba no es la solución a los problemas del pueblo venezolano; Es el problema. Si Cuba realmente quisiera ayudar al pueblo venezolano, comenzaría retirando a sus torturadores y agentes de contrainteligencia del país.
Con información de la Voz de América