El canciller ruso, Sergei Lavrov, se reunió este viernes con el canciller del gobierno en disputa de Venezuela, Jorge Arreaza, como parte de una visita que realiza a países de la región.
Está previsto que se reúna también con el presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro. Lavorv estuvo antes en México y en Cuba. En su estancia en México el canciller ruso criticó el jueves la política de Estados Unidos hacia Caracas.
Lavrov aseguró que su paso por países de la región y por Caracas no tiene la intención de hacer ninguna oferta para la salida de Maduro del poder.
“No traemos ninguna propuesta, respetamos a nuestros socios”, aseguró Lavorv al ser cuestionado al respecto durante una conferencia de prensa en Ciudad de México.
Insistió, sin embargo, en la posición de Moscú de que en Venezuela haya un “diálogo nacional sin condiciones previas” para terminar con la crisis y dijo que Rusia “respeta a sus socios”.
A pocos metros de la embajada de Rusia en Caracas, en la zona de Las Mercedes, en Caracas, un grupo de ciudadanos venezolanos protestan por la visita del ministro ruso y porque son «cómplices de la dictadura» y lo acusan de entregar armamentos al colectivo. Además, piden escuchar al pueblo.
Un manifestante le dijo a VOA Noticias, que el canciller no le ha dado la cara al pueblo; «él dijo que estaba de acuerdo con el diálogo, pero no ha dialogado con la ciudadanía y, por eso, estamos trancando la calle, para que nos escuchen».
En el lugar, Sairam Rivas, dirigente estudiantil expresa política, pidió que no fueran cómplices con la «dictadura» que solo sirve «para masacrar al pueblo de Venezuela». «Nos quieren mantener como un país rentista».
«Le decimos al canciller que vea la realidad de las universidades venezolanas, de los jóvenes que tienen que irse del país porque no tienen un salario dignos», agregó.
Jesús Serrano, Secretario de la Organización del sindicato a la cancillería firma ser víctimas de la violación a los derechos humanos, lo que los impulsa a apoyar a al ciudadanía. Afirmó ser cómplices del «genocidio de la sociedad venezolana» y en la zona minera e indígena del país.
La Policía Nacional Bolivariana no permitió el paso de la prensa ni de los ciudadanos. Mientras algunos manifestantes cargaban carteles con los mensaje: «No más injerencia» y «Fuera los rusos de Venezuela».
Lavrov criticó lo que llamó “provocaciones” de Estados Unidos y afirmó que son intentos de crear un pretexto para una intervención militar.
El canciller ruso consideró que las iniciativas que exigen la retirada de Maduro antes de un diálogo no ayudan a solucionar una crisis de años, y dijo que Rusia coincide con México en rechazar el uso de la fuerza para resolver el problema crisis venezolano.
Con información de la Voz de América