La enfermedad no se detiene y ya ha alcanzado a más de millón y medio de personas en 180 países amenazando los sistemas de salud menos desarrollados.
China luego de una baja en el número de contagios y controlar la pandemia en su territorio ha cedido el primer lugar a EEUU y Europa como los principales focos de contagio.
Los Gobiernos del mundo se ha desplegado para adoptar medidas más drásticas e intentar frenar el avance de la cepa, que aunque no tiene una alta tasa de mortalidad, presenta dificultades para una temprana detección que ayude a frenar la propagación.