Como desastrosas calificaron muchos las elecciones primarias en el sureño estado de Georgia lo que «eclipsó» varias votaciones clave para elegir candidatos a las elecciones generales de noviembre.
El caos fue el resultado de una combinación de algunas novedades como máquinas de votación computarizadas que no funcionaron correctamente o no llegaron a tiempo a los colegios electorales, los voluntarios que no sabían cómo operar las máquinas y la falta de boletas provisionales lo que llevó a los votantes a hacer largas filas durante horas, con la espera que se extiendiera hasta bien entrada la noche. Muchos votantes finalmente se rindieron y se fueron.
La pandemia de coronavirus también contribuyó al caos. Al menos 1,2 millones de votantes enviaron sus boletas por correo en lugar de ir a votar para no arriesgarse a una infección, asimismo la escasez de voluntarios, lo que llevó a los funcionarios locales a reducir el número de lugares de votación.
Los problemas se informaron en todo el estado, pero fueron más notables en el condado de Fulton, donde se ubica la capital del estado, Atlanta, y en el vecino condado de DeKalb, ambos bastiones demócratas con una población predominantemente afroamericana.
El secretario de Estado republicano Brad Raffensperger, cuya oficina supervisa las elecciones estatales de Georgia, dijo que iniciaría una investigación sobre los problema, pero los demócratas, liderados por Stacy Abrams, una exlegisladora estatal afroamericana, culpó directamente a Raffensperger.
Los problemas del martes fueron una reminiscencia de la elección para gobernador en 2018, que Abrams perdió por poco frente al republicano Brian Kemp.
Esa elección también se vio empañada por numerosos problemas, incluida la purga de cientos de miles de ciudadanos de las listas de votantes, muchos de ellos afroamericanos, que alimentaron los cargos de supresión de votantes.
Mientras tanto, los resultados preliminares muestran que el demócrata Jon Ossoff tiene una ventaja considerable sobre sus dos oponentes en la carrera por la nominación del partido para la carrera por el Senado de EE.UU. Pero Ossoff está justo por debajo del umbral del 50% necesario para evitar una segunda vuelta en agosto. Ossoff, quien perdió su candidatura para un escaño abierto en el Congreso en 2017, está tratando de enfrentarse al titular republicano David Perdue, un aliado cercano del presidente Donald Trump.
Con información de VOA