A juicio del Secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, la crisis de los migrantes venezolanos en la región se ha visto empeorada por la pandemia del coronavirus, que encuentran dificultades para acceder a servicios básicos en los países que los acogen.
“La pandemia ha dejado [a los migrantes] en situación de emergencia en los países de acogida”, expuso Almagro.
Según un informe de la organización Rotary Internacional, Venezuela es el segundo país del mundo de donde salen más migrantes y refugiados, por detrás de Siria y seguido de Afganistán.
La cantidad de migrantes venezolanos “podría superar en este año la crisis humanitaria de Siria”, señaló Almagro.
El secretario general, reelegido este año para liderar el organismo por un segundo periodo, achacó al gobierno en disputa de Nicolás Maduro la responsabilidad de la crisis migratoria que vive el país.
“Mientras más se prolongue la dictadura, mayor será el número de refugiados que van a huir”, sentenció Almagro.
De acuerdo con el último informe publicado por la OEA, cuatro millones de venezolanos viven fuera del país; es decir, el 13% de la población. La mayoría de ellos están en cuatro países de la región: Colombia, Perú, Ecuador y Chile.
“[Se trata] de la crisis de desplazados más grande de las Américas”, argumentó el secretario general.
El gobierno en disputa de Venezuela ha rechazado en el pasado las declaraciones de Almagro, indicando que bajo su mandato el organismo regional ha estado al servicio del gobierno de Estados Unidos.
La canciller colombiana, Claudia Blum, dijo que a pesar de que su país ha permitido que 800 mil migrantes accedieran al servicios de salud, estos han llegado a su tope.
«En Colombia se han desbordado las capacidades de atención de nuestros sis temas nacionales», alertó la diplomática, cuyo país acoge a casi dos millones de migrantes venezolanos.
La pandemia del COVID-19 y las medidas restrictivas que el gobierno colombiano ha tomado para detener su contagio —Colombia ya sobrepasa los 70 mil casos— han hecho que miles de venezolanos, que dependía del empleo informal, vuelvan a su país.
Blum aseguró que, para su gobierno, «es prioritario el apoyo en vivienda y alimentación a familias que vivían de la economía informal».
Sin embargo, organizaciones en defensa de los derechos de los migrantes que operan en la ciudad fronteriza de Cúcuta ha denunciado que no se han tomado las medidas necesarias para proteger a la población vulnerable.
Con información de VOA