Una verdadera calamidad, es lo que viven los migrantes que se encuentran refugiados en la escuela especial de la urbanización Francisco Solorzano, de Guasdualito, estado Apure.
Han permanecido más de 50 días en este lugar, por lo cual exigen a los milicianos y al alcalde del municipio Páez, José María Romero, permitir su salida a sus estados de origen. Afirman que les aplicaron la prueba PCR y salieron negativo y aún así los tienen encerrados sin poder regresar a sus hogares.
Aseveran que están sanos y que solo les está matando el hambre, la mala prestación del servicio de agua potable les hace la vida aún mas difícil. «El desayuno es una arepita con un poquito de queso o mortadela, a veces arepa sola, el almuerzo en el mejor de los casos puede ser arroz todos los días con frijoles y otras veces con cochino guisado pero también es poquito, con eso no se puede sustentar una persona, a veces ni la cena nos dan y cuando lo hacen es igual que el desayuno.
“Queremos es irnos porque tenemos muchos días lejos de nuestras familias, hijos y esposos. Esperamos que venga el alcalde y el doctor Carlos Farías porque esto es insostenible, dicen que van a arreglar y nada sucede”, declaran los afectados.
Según los afectados, en el lugar se encuentran alrededor de 60 personas en situación de precariedad, piden a los gobernantes, los escuchen y los dejen regresar hasta sus hogares.