Un informe de la autoridad de aviación iraní asegura que hubo una falla humana en la calibración de un radar, así como problemas de comunicación entre los soldados en la tragedia ocurrida en enero de 2020.
El informe de la Organización de Aviación Civil de Irán respecto a la caída de un avión ucraniano el pasado 8 de enero asegura que el accidente se debió a «un error humano» al proceder a la alineación de una de las unidades del sistema de defensa aérea. El reporte, divulgado este domingo, se refiere a un derribo que causó la muerte de 176 personas.
La investigación determinó que a dicho radar no se le restableció la dirección norte tras su cambio de ubicación geográfica, lo que produjo «un error de 107 grados». «Los objetos identificados eran observados con un aumento de 107 grados por el operador del sistema», explica el texto, lo que condujo a la identificación del avión como una amenaza y al disparo de dos misiles para derribarlo.
Este error inicial, prosigue el documento, «es el origen de una cadena peligrosa (de acontecimientos) que evidentemente hubieran podido ser controlados si se hubiesen adoptado otras medidas». Entre esos errores se encuentran problemas de comunicación entre las tropas y sus comandantes de la Guardia Revolucionaria, una cadena que terminó con la destrucción del Boeing 737 de Ukraine International Airlines.
Una noche agitada
En cuanto a los procedimientos, el informe estipula que el operador no estaba autorizado a disparar sin haber recibido antes la aprobación del Centro de Coordinación, que nunca emitió una orden semejante. El impacto del primer misil contra el avión, que realizaba el vuelo 752 entre Teherán y Kiev, causó un incendio en el aparato, que acabó estrellándose contra el suelo.
Durante varios días, las autoridades iraníes negaron cualquier implicación en los hechos. La caída del avión ucraniano se produjo la misma noche en que Irán lanzó un ataque con misiles contra bases militares estadounidenses en Irak, como respuesta al asesinato selectivo del general iraní Qassem Soleimani en Bagdad.
De los 176 ocupantes fallecidos, según los datos de la aerolínea, 82 eran iraníes, 63 canadienses, once ucranianos (dos pasajeros y nueve tripulantes), diez suecos, cuatro afganos, tres alemanes y tres británicos, aunque las autoridades iraníes elevan a 146 sus nacionales al no reconocer la doble nacionalidad de varios de ellos.
Con información de Dw.com