En medio de la tensión, el Presidente de Brasil, Michel Temer, convocó una nueva reunión con siete de sus ministros para “buscar soluciones” tras los últimos acontecimientos en la localidad de Paracaima, en el estado de Roraima.
La reunión que contó con la presencia del ministro de Defensa, Joaquim Silva e Luna, el de Derechos Humanos, Gustavo Rocha, y el de Presidencia, Eliseu Padilho, sirvió para tomar varias decisiones sobre el tema de la crisis migratoria venezolana que afecta a las ciudades fronterizas.
El gobierno de Brasil resolvió, en primera instancia, enviar a la zona 120 efectivos de la Fuerza Nacional para reforzar la seguridad y 36 voluntarios para atender el área de la salud. Así como la construcción de un nuevo refugio para los desplazados venezolanos en la zona.
Por su parte la gobernadora de Roraima, Suely Campos, advirtió que las medidas adoptadas por el gobierno de Temer “aliviarán los impactos” para la población, “pero no resuelven el problema”.
Y recordó que el gobierno de su estado ha solicitado desde hace más de un año más recursos económicos, sanitarios, policiales y educativos para enfrentar la ola migratoria que llega desde Venezuela.