La Organización de Naciones Unidas (ONU) anunció este jueves que facilitará ayuda financiera de emergencia al Líbano en respuesta a la devastación causada por la explosión en el puerto de Beirut, con una primera partida de nueve millones de dólares procedentes del Fondo Humanitario para el país.
A ese dinero se sumará más procedente del Fondo Central de Respuestas Humanitarias, según adelantó en conferencia de prensa el portavoz Farhan Haq. El objetivo es dar apoyo inmediato a los hospitales, dado el alto número de heridos que dejó la deflagración y a las dificultades que ya había previamente en ese sector.
Con ese fin, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ofrecido ayuda para cubrir un millar de intervenciones de traumatología y otras mil operaciones quirúrgicas para personas que han sufrido quemaduras y heridas en el suceso.
Una residente camina con su maleta por el distrito libanés de Achrafieh, gravemente dañado por la explosión en el puerto de Beirut. El presidente francés, Emmanuel Macron, canceló una visita al barrio después de que manifestantes antigubernamentales se enfrentaron a los soldados.
Según la OMS, la explosión dejó inoperativos tres hospitales y causó daños importantes en otros dos, haciendo que se pierdan unas 500 camas. Comparados a un «tsunami» o a un «sismo», los estallidos destruyeron barrios enteros cerca del puerto y dañaron otros a varios kilómetros a la redonda, dejando 137 muertos, 5.000 heridos y cientos de miles de personas sin hogar.
Mientras, el presidente francés, Emmanuel Macron, que visitó Beirut por unas horas, reclamó una investigación internacional del hecho y pidió un «cambio profundo» por parte de las autoridades del país, a quienes la hastiada población acusa de incompetencia y corrupción.
Macron, usando una mascarilla, recorrió las ruinas del puerto y después el barrio Gemmayze, devastado por la tragedia, donde los habitantes, desesperados, reclamaron la salida de la clase dirigente al frente del país desde hace décadas.
«Hace falta una investigación internacional abierta, transparente, para evitar primero que se escondan cosas y también (para) que no se instale la duda», dijo tras reunirse con dirigentes libaneses y representantes de la sociedad civil.
Macron debió cancelar parte de su recorrido en la zona afectada debido a enfrentamientos entre policías y decenas de manifestantes enfurecidos por la explosión en el puerto, que destrozaron comercios y lanzaron piedras a las fuerzas gubernamentales. La policía replicó y varios manifestantes resultaron heridos, según medios oficialistas.
La explosión del martes, ocurrida tras un incendio que se sospecha está vinculado con una segunda detonación por motivos aún no determinados, generó la deflagración de 2.750 toneladas de nitrato de amonio, según el gobierno. Los daños podrían rondar los 3.000 o 5.000 millones de dólares.
El gobierno informó hoy que unos 16 funcionarios del puerto de Beirut y autoridades aduaneras fueron detenidos como parte de la investigación sobre la devastadora y mortífera explosión.
Se trata de funcionarios «del consejo de administración del puerto de Beirut y de la administración de aduanas, y de responsables de trabajos de mantenimiento y de los (obreros) que realizaron trabajos en el hangar» donde se almacenaba el nitrato de amonio, dijo el fiscal militar Fadi Akiki en un comunicado.
Las autoridades portuarias, los servicios de aduanas y algunos servicios de seguridad eran conscientes de que allí se almacenaban sustancias químicas peligrosas, pero se acusan mutuamente del suceso.
En junio de 2019, se hizo una investigación tras repetidas quejas sobre olores nauseabundos que emanaban del hangar y se determinó que había «materiales peligrosos que debían trasladarse» y que las paredes del almacén estaban dañadas.
Con información de Dw.com