Ya la cuenta se perdió, de la cantidad de ocasiones en las que voceros del régimen celebraron que había arrancado una de las seis refinerías del que en otrora era un país próspero.
Ahora la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) dice que reinició una unidad de destilación de la refinería Amuay, con capacidad de 645.000 barriles por día (bpd), reseña la agencia de noticias Reuters.
Según los planes, la intención es enviar la nafta producida por la unidad de destilación número 4 a la vecina refinería Cardón, de 310.000 bpd, que sirve como materia prima para la producción de gasolina, en medio de una terrible escasez de combustible.
Semanas atrás, PDVSA dijo haber reiniciado la unidad de craqueo catalítico de Cardón, que es clave para la producción del hidrocarburo, en junio, pero la detuvo nuevamente en julio debido a una falla en su propia unidad de destilación, dejando al craqueador catalítico sin materia prima.