El nuevo gobierno socialista de Pedro Sánchez parece que pondrá fin a un largo debate sobre el dictador Francisco Franco, al ordenar que sus restos sean exhumados del polémico Valle de los Caídos, el complejo monumental donde está enterrado desde su muerte en 1975
“Nunca es tarde para dejar de honrar a un dictador: ha llegado la hora de que los españoles desenterremos a Franco, para enterrarlo de una vez por todas” ha dicho Sánchez, quien aprobó un decreto que modifica la Ley de Memoria Histórica de 2007, una fórmula para evitar que eventuales recursos puedan impedirla.
La Familia de Francisco Franco se hará cargo de sus restos si es exhumado. Francis Franco, uno de sus nietos, dijo que descarta enterrarlo, “por motivos de seguridad”, en el distrito madrileño de El Pardo, en cuyo palacio donde residió el dictador, y donde está enterrada su mujer, Carmen Polo. La familia remitió una carta a la comunidad religiosa que gestiona la basílica del Valle de los Caídos para comunicar que no autorizaban la exhumación.
La exhumación de los restos ha incrementado el número de visitas a su tumba, sólo en julio recibió casi un 50% más que en el mismo mes de 2017.