“¡Renuncia!” gritaba una multitud en el centro de la capital Minsk este domingo, en la mayor protesta hasta ahora contra la reelección fraudulenta hace una semana del presidente Alexander Lukashenko.
Tras las manifestaciones masivas, Rusia, aliado de Lukashenko, dijo que ofrecería ayuda militar de ser necesario, sin embargo no hubo presencia policial visible en la protesta, que atrajo a unas 200.000 personas, según la estimación de un reportero de la agencia de noticias Reuters.
Durante las protestas, al menos dos manifestantes han muerto y miles han sido detenidos.
En la calles, el ambiente fue de celebración. Las banderas rojas y blancas utilizadas en Bielorrusia después de la desintegración de la Unión Soviética en 1991, se veían por doquier.
“Todos queremos que Lukashenko se vaya”, dijo un trabajador de 31 años que se identificó como Alexei. “Por ahora estamos pidiendo, pero nos hartamos de pedir”.
Los opositores de Lukashenko, en el poder durante 26 años, dicen que la elección fue manipulada para disfrazar la pérdida de apoyo entre los votantes. El mandatario niega haber perdido y dice que los resultados oficiales le dieron poco más del 80% de los sufragios