23 años han pasado, y parece que fue ayer cuando las rotativas en los diarios del mundo se paralizaron tras la noticia de la muerte de la Princesa Diana, la reina de corazones.
Diana murió en un accidente automovilístico, en el interior del Túnel de l’Alma, en la margen norte del río Sena, en París, Francia el 31 de agosto de de 1997.
Diana Frances Spencer nació en el seno de una familia perteneciente a la aristocracia británica. Era la hija menor del matrimonio formado por lord John Spencer, VIII conde de Spencer y su primera esposa, la honorable Frances Ruth Burke Roche, hija a su vez de Mauricio Roche, IV barón de Fermoy.
En 1981, Laidy Di se convirtió en una figura pública al anunciarse su compromiso con el príncipe Carlos.
Su boda tuvo lugar el 29 de julio de 1981, en la catedral de San Pablo de Londres, y fue vista por más de 750 millones de personas en el mundo a través de la televisión.
De la unión entre Diana y Carlos, nacieron Guillermo y Enrique, segundo y el tercero en la línea de sucesión al trono.
La princesa de Gales desarrollo una gran labor humanitaria y por su apoyo a la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona.
Sin duda una historia inolvidable de amor, desamor, aciertos y desaciertos en la realeza. Lo cierto es que Diana, siempre quedará en los corazones de quienes siguieron su vida y obra y ahora la recuerdan como la Reina de Corazones.