Ella es conocida como Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, o la Virgen de la Caridad del Cobre, Caridad del Cobre o simplemente Cachita, luego que su nombramiento fuese proclamado por el papa Benedicto XV en el año 1916.
Posteriormente, en un viaje realizado por Juan Pablo II a Cuba en 1998, coronó con gran dignidad a la Virgen como Patrona de Cuba y luego, en la visita del papa Francisco a Cuba, en septiembre de 2015, se decretó el Año Santo Excepcional de la Misericordia.
Cuentan que su imagen apareció en 1612 o principios de 1613 de abril, en la Bahía de Nipe, la mayor de Cuba, situada en la costa norte de la región oriental de la isla, cuando fue vista por tres esclavos que trabajaban en las minas de cobre: Un muchacho afrodescendiente de 10 años de edad y dos hermanos de pura sangre.
Este trío de jóvenes fue bautizado como los «TRES JUANES» y todo ocurrió después que caminaran en búsqueda de sal, cuando vieron la imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos y donde se leía en una tabla «Yo soy la Virgen de la Caridad».
El santuario inicial se construyó de manera improvisada, empleando hojas de guano y tablas. Tras múltiples sucesos misteriosos ocurridos en torno a la imagen, ésta fue llevada al que sería su santuario definitivo, a poca distancia de allí, en la cima de una loma cercana a las minas de cobre.
¿Cómo celebran los cubanos la tradición de la Virgen?
Generalmente, los cubanos acuden a misa también las fiestas, contaban con música en directo y otras celebraciones, hasta que llegó el COVID-19.
Este año, los feligreses le han ofrecido mantos, como es de costumbre y ha sido dorado con detalles azules, como indica el portal web «Atlántico».
En Vigo, Víctor Rosabal ha realizado mantos para la imagen de la Virgen durante los últimos cinco años.
«Es una celebración muy importante para los cubanos. Yo llegué a Vigo hace 16 años justo un 8 de septiembre y fui directo del aeropuerto hasta la misa», asegura Rosabal.