Ya no sólo son los estados del occidente del país Venezuela, los que sufren ante la escasez de combustible, ahora la principal ciudad del país, atraviesa una grave crisis por falta de este hidrocarburo, debido a la corrupción y a la desidia en la que se encuentra la industria petrolera.
Parece que en Venezuela la cuarentena no sólo trajo el virus, sino que fue el detonante de la gran escasez de gasolina en todo el país.
Caracas por ser la capital gozaba de ciertos privilegios que actualmente se agotaron, ahora sus habitantes deben pasar largas horas en cola para tratar de surtirse de gasolina a veces para salir como diría un beisbolista «ponchao».
En el mes de junio, llegaron a las costas venezolanas unos buque iraníes cargados de combustible para intentar sanar la situación, sin embargo en pocos días la reserva se agotó, primero en el occidente y oriente del país y ahora en la Capital.
Esta maniobra de los dos países (Venezuela e Irán) sancionados por los Estados Unidos elevó la tensión en las relaciones con la administración del gobierno de Trump, y trajo consigo que en el siguiente envío, que tenia fecha de llegada para finales de Julio, los cinco navíos fuesen detenidos y su carga incautada.
La poca producción que aún se daba en el país se terminó de ver afectada con la paralización de la refinería Cardón, la cuál luego de su última reparación duro sólo tres horas funcionando.
Se acabó el privilegio
Caracas, la capital del país y una de las ciudades más privilegiadas en medio de la crisis humanitaria, no se ha salvado de la falta de combustible, ni de las colas en las estaciones de servicios.
Exponiéndose a la inseguridad los caraqueños comienzan a vivir lo que en el Zulia y Táchira se vive desde hace años, interminables colas para poder surtir, que deben hacerse desde la noche anterior y quizás desde días antes.