La portavoz de Asuntos para Iberoamérica del GPP, Belén Hoyo, destaca que la iniciativa solo ha contado con los votos en contra de Podemos y los independentistas catalanes.
Señala que “para el PP llegar a ver una Venezuela libre es una prioridad”, por lo que “llegará hasta el final en busca de la libertad, la justicia y la paz”.
Pide “ayudar un país hermano de España, como es Venezuela, poniéndonos al lado de las víctimas, no de los verdugos”.
Denuncia que “el camino que ha tomado Josep Borrell de enviar observadores a Venezuela blanquea el régimen de Maduro; el camino es seguir imponiendo sanciones personalizadas como las que ya impuso la Unión Europea en noviembre de 2017 y prorrogó en el 2019”.
Considera que “España no puede callar ni mucho menos apoyar una convocatoria de elecciones realizada por un dictador”.
Subraya que en este momento hay “más de cinco millones de venezolanos expulsados del país a causa de la situación política, económica y social que la dictadura ha provocado, una hiperinflación que desborda cualquier estadística, una gran escasez de alimentos y medicamentos y las libertades más fundamentales totalmente vapuleadas por el sistema dictatorial”.
Afirma que ha llegado el momento de que España y la Unión Europea diga basta ya a la dictadura de Maduro.
“Existen reivindicaciones, como la lucha por el cumplimiento de los derechos humanos, la condena de crímenes de lesa humanidad, la defensa de la libertad y de los valores democráticos por las que vale la pena dejar de lado nuestras diferencias políticas”, asegura.
Relata el último informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la situación que vive Venezuela que destaca, entre otras cosas, que hay 3.500 casos conocidos de detenciones arbitrarias, que se producen torturas, suicidios simulados cuando en realidad eran asesinatos y ataques generalizados y sistemáticos dirigidos contra la población civil.