Durante una reunión con los galenos del Hospital de Táchira, el director de ese centro asistencial aseguró que «él prefería que los pacientes murieran en la unidad con una mano y nosotros encima que en sus casas o en las calles, pero de igual forma iban a morir por falta de personal».
Rafaeli Castro, Licenciada Unidad de Cuidados Intensivos UCI COVID-19 del Hospital Central de San Cristóbal, aseguró que sostuvieron una reunión con el director de la institución para buscar soluciones a la problemática sobre la escasa cantidad de enfermeros disponibles para la atención de pacientes con COVID-19.
«Nosotros tenemos una capacidad de ocho camas en UCI, la cual se manejaba con dos intensivistas. Hoy en día muchos de ellos están de reposo, es decir, tenemos un intensivista para ocho personas».
La realidad de los pacientes con COVID-19, es que se debe tener un enfermero por paciente.
Castro aseveró: «¿Cuál es la necesidad de tener un paciente ahí? Verlos morir y no poder hacer nada porque no contamos con el personal capacitado y ni siquiera podemos darle la atención óptima que requieren».
Asimismo, hizo un llamado para que cada una de las necesidades sean escuchadas y que se busquen soluciones para la atención correcta a los pacientes con COVID-19 o, de lo contrario, hacer un cierre de camas que es el número de personal capacitado y que sea el suficiente para cubrir las necesidades de los pacientes.
«La carga, la ansiedad, la sobrecarga laboral está sobre nosotros. Nadie piensa en nosotros y esto también nos afecta psicológicamente», agregó.
La respuesta del director del Hospital Central de San Cristóbal
Según Castro, el director del hospital, asegura que no hay cómo darle respuesta a los pacientes y que la situación «se escapa de sus manos porque no tienen personal suficiente.